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Thunder necesitó tres prórrogas para vencer a 76ers

Mediotiempo | 16 Diciembre 2017 | 10:40

 

En uno de los mejores encuentros de la temporada, Oklahoma City Thunder necesitaron de tres prórrogas para acabar 119-117 con los Sixers en Philadelphia.

Los 34 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias de la estrella local, Joel Embiid, se vieron superados por el enésimo triple doble de Russell Westbrook, desafortunado en el tiro (10/33) pero omnipresente en todas las demás facetas del juego. Y es que finalizó el choque con 27 puntos, 15 pases y 18 capturas en 52 minutos.

Los Thunder aventajaron a los Sixers durante prácticamente toda la contienda, con ventajas que superaron incluso cómodamente la decena, pero en los últimos compases, siempre liderados por un Embiid imparable, los de Philly forzaron la prórroga.

Embiid, con su show habitual, discutió con Carmelo Anthony (24-7), provocó a Paul George (24-5), tuvo sus más y sus menos con Westbrook y alentó al público en todo momento, demostrando por qué es uno de los jugadores más carismáticos de la actual NBA.

En el tiempo extra, la consigna era clara para los de casa: balones a Embiid. Y el nacido en Camerún no defraudó, marcando diferencias en ataque y sobre todo en defensa.

Pero el tiempo le pasó factura, a él y a su cuerpo, lastrado por unas molestias en su espalda y, a pesar de que firmó una tapa estratosférica a Westbrook en los compases finales, no pudo evitar el tropiezo final de unos Sixers tan jóvenes como prometedores.

En uno de los mejores encuentros de la temporada, Oklahoma City Thunder necesitaron de tres prórrogas para acabar 119-117 con los Sixers en Philadelphia.

Los 34 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias de la estrella local, Joel Embiid, se vieron superados por el enésimo triple doble de Russell Westbrook, desafortunado en el tiro (10/33) pero omnipresente en todas las demás facetas del juego. Y es que finalizó el choque con 27 puntos, 15 pases y 18 capturas en 52 minutos.

Los Thunder aventajaron a los Sixers durante prácticamente toda la contienda, con ventajas que superaron incluso cómodamente la decena, pero en los últimos compases, siempre liderados por un Embiid imparable, los de Philly forzaron la prórroga.

Embiid, con su show habitual, discutió con Carmelo Anthony (24-7), provocó a Paul George (24-5), tuvo sus más y sus menos con Westbrook y alentó al público en todo momento, demostrando por qué es uno de los jugadores más carismáticos de la actual NBA.

En el tiempo extra, la consigna era clara para los de casa: balones a Embiid. Y el nacido en Camerún no defraudó, marcando diferencias en ataque y sobre todo en defensa.

Pero el tiempo le pasó factura, a él y a su cuerpo, lastrado por unas molestias en su espalda y, a pesar de que firmó una tapa estratosférica a Westbrook en los compases finales, no pudo evitar el tropiezo final de unos Sixers tan jóvenes como prometedores.

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