Volver a lo más alto. Ese es el objetivo principal de Ferrari para la temporada que viene. Lejos quedan los años en los que la escudería italiana lideraba la parrilla pero poco o nada queda en Maranello de sus años de brillantez.
En total son nueve Mundiales los que lleva sin ganar el equipo del Cavallino Rampante y la racha negativa va camino de igualar la que sufrieron entre 1984 y 1998, cuando estuvieron 14 años sin levantar un título, o entre 1965 y 1974, cuando pasaron 10 campeonatos sin adjudicarse el trofeo.
Pobre rendimiento
Tampoco es que confíen demasiado desde la compañía roja en sus dos pilotos actuales. Ni Sebastian Vettel ni Kimi Raikkonen respondieron a las expectativas en Mundial que recién terminó hace un par de semanas.
Los dos ex campeones del mundo no han traído más que decepciones. Hace dos temporadas no ganaron ni una carrera y este año han visto como se les escapaban las opciones de ganar el título antes del penúltimo Gran Premio.
Otra de las cuestiones que preocupa a los responsables es que desde 2009 no han contado con ningún italiano en el equipo. Desde Giancarlo Fisichella no han visto pasar a ningún paisano por el box de Ferrari.
Con todo, los mandatarios de Ferrari ya se han puesto manos a la obra y ya han avisado a sus dos pilotos. U obtienen resultados en el próximo curso o tomarán medidas. Ya tienen al relevo y está en casa.
Revolución
Se trata de Antonio Giovinazzi, de 23 años, actual probador de Sauber y subcampeón de GP2 en el 2016. El piloto italiano ya forma parte de la estructura de Ferrari, al llevar el equipo suizo el motor y la caja de cambios de la marca, y es el principal candidato a sustituir a Raïkkönen en el 2019.
Los dirigentes de la escudería italiana prefieren aportar por un proyecto para el futuro que no por una estrella a golpe de talonario, y cada vez son más los que apuntan a que Antonio es el nuevo Fernando Alonso.
