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Raiders viven una realidad diferente, en su regreso a México

ESPN | 16 Noviembre 2017 | 19:53
 La NFL es un deporte que cambia constantemente, sobre todo para los equipos que luchan por encontrar estabilidad.
 
Este es el caso de los Oakland Raiders, que regresan a México este año luego de enfrentarse a los Houston Texans en el Estadio Azteca en el 2016.
 
La temporada pasada, los Raiders eran uno de los equipos más sólidos de la liga, estaban en la cima de la AFC Oeste y se consideraban serios candidatos a llegar lejos en la postemporada.
 
El ala defensiva Khalil Mack estaba teniendo un año espectacular, aterrando a los mariscales de campo rivales y apuntalando una unidad que era de las más temidas de la NFL. Mack terminó siendo elegido al Pro Bowl, al equipo All-Pro y también fue galardonado como el Jugador Defensivo del Año.
 
A la ofensiva, Derek Carr y Amari Cooper formaban una de las parejas de mariscal de campo y receptor abierto más espectaculares de la NFL. A Carr se le consideraba legítimo contendiente al premio al Jugador Más Valioso de la NFL, Cooper se encaminaba a su segundo Pro Bowl consecutivo.
 
En el backfield, si bien el ataque terrestre no era espectacular, Latavius Murray se había encargado de encabezar una unidad respetable que sumaba yardas importantes.
 
El dominio de los Raiders era tan abrumador que llegaron como claros favoritos a México para vencer a los Texans y lo hicieron, 27-20.
 
Entonces, ¿qué pasó en el camino que ahora Oakland apenas tiene 37.2 posibilidades de vencer a los New New England Patriots el domingo, de acuerdo al Football Power Index de ESPN?
 
Carr sufrió una fractura en la pierna en la recta final de la temporada del 2016 que lo marginó de los playoffs y después una lesión en la espalda que lo marginó esta campaña.
 
Posiblemente como consecuencia por la lesión de Carr, pero también por una notable baja de juego, Cooper apenas tiene tres recepciones de touchdown esta temporada (38 recepciones para 462 yardas) y está lejos de esa amenaza que fue para las defensivas en el 2016.
 
El backfield sufrió un cambio drástico y ahora está encabezado por el veterano Marshawn Lynch, quien salió del retiro para firmar un contrato con los Raiders.
 
Lynch apenas suma 323 yardas por tierra esta temporada y promedia 3.8 yardas por acarreo, por lo que tampoco ha sido una respuesta sólida en la posición.
 
En cuanto a la producción de Mack, los números también son dramáticos. Luego de acumular 26 capturas en las últimas dos temporadas, Mack tiene apenas 4.5 este año y desde la Semana 4 contra los Denver Broncos que no tiene un partido con al menos una captura.
 
Esto ha influido para que los Raiders tengan marca 4-5 esta campaña y estén en el segundo lugar de su división con un margen de error cada vez reducido si esperan volver a los playoffs.
 
El domingo en el Estadio Azteca, Oakland tendrá que encontrar una manera de dar la vuelta a esta tendencia de la temporada si espera vencer a un equipo que históricamente se ha caracterizado por castigar las equivocaciones rivales.
 
Si Mack no logra ejercer presión sobre Tom Brady, el mariscal de campo de los Patriots castigará con puntos a la defensiva de los Raiders, y si Carr no logra encontrarse con Cooper, entonces podrían encaminarse a una dolorosa y abultada derrota, que no sólo golpearía el orgullo de los Raiders sino sus esperanzas de regresar a la postemporada.
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