El mexicano Sergio Pérez ha tenido un año mediano en la Fórmula Uno. Sin decepcionar, pero tampoco como protagonista. El volante de Force India se ha mantenido entre los mejores 10 pilotos en 13 carreras, de las 16 que se han disputado. Sin embargo, no ha alcanzado el podio.
En sus siete campañas en el máximo circuito el tapatío nada más se ha quedado sin champaña en dos, 2011 (su debut) y 2013 (su paso fugaz con McLaren). Quedan cuatro Grandes Premios: Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dabi, y en ninguno de esos circuitos ha logrado podio.
El año pasado estuvo cerca en el circuito de Sao Paulo, pero llegó en cuarto puesto.
El 2017 parecía la campaña ideal para que Checo diera el brinco a una escudería más grande. Sin embargo, las actuaciones del tricolor se han visto opacadas por sus conflictos con su coequipero, el francés Esteban Ocon.
La relación entre los pilotos no está en buen estado, y en lugar de mantenerlo dentro de las instalaciones de la escudería, lo exponen en los circuitos. Roces, choques y quejas en el radio con el equipo ha sido una constante en Force India. El ego del mexicano choca mucho con la juventud del galo.
Ocon cada vez incrementa más su nivel sobre la pista. Apenas en su segundo año en la máxima categoría, el piloto de 21 años de edad solamente no estuvo en el Top Ten del GP de Mónaco. Desde principio de la temporada Pérez estuvo fijo como el volante principal del equipo de bólidos rosas, más el domingo se le solicitó al tapatío no atacar al joven francés, cuando tuvo la oportunidad de rebasarlo. En 2018, Sergio correrá para Force India, pero la promesa gala seguirá en crecimiento en su carrera profesional.
