Purple Rain 

Por: Chucho Ramírez

@eldelradio

— Prince, habla Don Mischer... está lloviendo, ¿Estás bien con eso?

— ¿Puedes hacer que llueva más?

Así es como Bruce Rodgers, encargado del diseño de producción del espectáculo del medio tiempo, relata lo ocurrido aquella mañana del 4 de febrero de 2007, cuando su jefe llamó a Prince para informarle de las adversas condiciones climatológicas en Miami ese día de Superbowl.

No era cualquier día, los Colts enfrentaban a los Osos de Chicago en la cuadragésima primera edición del gran tazón.

No había llovido en 40 años en un superbowl.

Llovía como solo llueve en Florida, fuerte, tupido, sin parar.

Prince tocaría esa noche con 4 guitarras eléctricas, una de ellas conectada por cable directo a los amplificadores. Tocaría para más de cien mil personas en el estadio de los Dolphins y para cerca de quinientos millones que seguirían el evento por televisión a nivel mundial.

LLegó el momento, las tomas aéreas dejaban ver los relámpagos a lo lejos, los micrófonos ambientales captaban en la profundidad los truenos que a veces se confundían con los tacleos en la cancha. Se ilumino el estadio, comenzó a destellar la pirotecnia y como presagio de lo que venía, We Will Rock You de Queen, comenzó a sonar... Una bola de fuego envolvió el escenario y "El Artista" como también se hacía llamar, invito a su público a "llegarle a esto que llamamos vida". Let's Go Crazy y Baby I'm a Star encendieron el ánimo y los solos de guitarra enardecieron a la multitud. Los canticos de la gente solo se vieron momentáneamente interrumpidos cuando la banda de los 100 marchantes de la Universidad de Florida aparecieron en cancha para acompañar a Prince a tocar Proud Mary, un cover mas funky de la emblemática canción de Credence. Baile y canto...

El emotivo rompe ritmo de All Along The Watchtower, original de Bob Dylan solo se vió superado por la rasgada voz del Artista covereando la rola, The Best Of You de los Foo Fighters. Un impresionante solo de guitarra sirvió de preámbulo para el gran cierre de la noche... Purple Rain. Los juegos artificiales iluminaban las gotas de lluvia que seguían cayendo sobre la cancha, sobre el escenario. El efecto involuntario de los lentes de las cámaras con gotas de agua refractando la luz purpura del escenario fueron un toque extra.

¿Puedo tocar esta guitarra? Preguntaba el cantante a su emocionado público. ¿Quieren cantar esta noche? prácticamente exigiendo los coros de las más de 100 mil almas presentes. Los ya bien conocidos coros de Purple Rain fueron entonados al unísono. La magnífica silueta de un músico con su guitarra fue proyectada sobre una tela flotante, creando una imagen difícil de olvidar.

Levantó su guitarra, mando un beso. No dio las gracias. Solo levantó los brazos y se dejó abrazar por los aplausos y ovaciones de su público.

El era "El Artista", "alguien antes conocido como Prince". El era Prince.

Ganaron los Colts y siguió lloviendo, pero la lluvia ya era de otro color.