Más que la misma victoria de un Rafael Nadal que se agranda y se enrumba a las semifinales del Másters de Londres, el instante que más llamó la atención del juego de este miércoles fue cuando en medio de su desesperación, Andy Murray buscó unas tijeras y se cortó el cabello.
Era un descanso. El español se fue a su asiento para hidratarse y secarse el sudor; se suponía que Murray haría lo mismo, pero ante el asombro de todos, no fue así.
El británico se veía incómodo con su saque y con su pelo, así que aprovechó un cambio de lado en el primer set para buscar las tijeras y cortarse dos mechones.