Los mejores jugadores del mundo parecen seres inalcanzables para sus admiradores, ya que se manejan en ámbitos totalmente diferentes y casi ni salen a la calle a tomar contacto con los fanáticos.
Sin embargo, hay algunos que aún conservan la humildad de sus raíces, como James Rodríguez, que al llegar a Colombia para sumarse a la selección se tomó un colectivo para ir a la concentración y, al identificarlo, los pasajeros sacaron sus celulares inmediatamente para guardar por siempre ese momento único.
Si bien el crack colombiano es conocido por su timidez, sonrió y saludó a los pasajeros y pasajeras, que lo alentaron con mensajes positivos de todo tipo, e incluso hasta alguna mujer le declaró su amor a la distancia.