Corea del Norte denunció este lunes las sanciones internacionales contra la importación de artículos deportivos, alegando que las restricciones merman su capacidad para competir a nivel internacional.

El líder norcoreano Kim Jong-Un prometió en 2015 que su país se convertiría en una potencia deportiva en “unos años”, pero este país hermético es actualmente un paria diplomático debido a su programa nuclear.

Naciones Unidas ha sancionado varias veces a Pyongyang por sus continuos desafíos a la comunidad internacional. La resolución 2270, adoptada en marzo, prohibía a Corea del Norte importar artículos deportivos, entre los que se encuentran esquís, barcos y botas de montaña, así como mesas de billar.

Las armas destinadas a las competiciones deportivas, las municiones y los arcos, también fueron restringidas.

“Un pequeño número de países europeos y sus empresas de artículos deportivos son ciegamente arrastrados a los malvados intentos de politizar el deporte”, declaró Kang Ryong-Kil, secretario general adjunto del Comité Olímpico de Corea del Norte en un comunicado de prensa.

“Las armas deportivas nunca podrán ser cambiadas por misiles, ni los misiles disparados como ellas”, prosiguió la nota.

Estas sanciones, impuestas por el cuarto ensayo nuclear, forman parte de un “proyecto político vicioso” para aislar a Corea del Norte e impedir su acceso a las competiciones internacionales como los Juegos Olímpicos, lo que es un “acto despreciable, ilegal e inmoral”, aseguró.

Por su parte, la FIFA anunció que suspendía el desembolso de alrededor de 1,7 millones de dólares teóricamente destinados a desarrollar el fútbol debido a las sanciones suizas contra Corea del Norte.