Iglesia católica filipina condena políticas de Duterte

2017-02-05 | 10:30 | Notimex

La Iglesia católica filipina criticó hoy lo que llamó “reino de terror” generado en Filipinas por la guerra contra el narcotráfico del presidente Rodrigo Duterte por el creciente número de asesinatos de adictos y la indiferencia social ante dicha problemática.
 
En una carta pastoral leída durante la misa dominical en los templos filipinos, la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP, por sus siglas en inglés) se pronunció a favor de combatir el tráfico ilegal de drogas, pero en contra de los asesinatos ilegales.
 
En lo que se considera la crítica más dura contra la lucha de Duterte contra narcotraficantes y consumidores de drogas, la CBCP consideró que matar gente no es la respuesta al problema y se pronunció a favor de rehabilitar a los adictos.
 
En su carta pastoral, fechada el 30 de enero de 2017 y dirigida al “Amado pueblo de Dios”, el arzobispo Sócrates Villegas, presidente de la CBCP, indicó que los obispos están muy preocupados por el creciente número de asesinatos relacionados con drogas.
 
Villegas exhortó a todos los filipinos y los fieles a seguir las enseñanzas básicas de la Iglesia, a fin de no caer en el pecado del consumo y tráfico ilegal de drogas y renovar sus esfuerzos para fortalecer a las familias, informó la cadena ABS-CBN, que difundió la carta de la CBCP.
 
El presidente de los obispos filipinos consideró “alarmante” que ha tanta gente no le preocupe la matanza o que, incluso, apruebe el asesinato de muchas personas vinculadas con el tráfico, venta o consumo de drogas ilegales.
 
"Una causa aún mayor de preocupación es la indiferencia de muchos a este ‘reino del terror' que se ha desatado en muchas partes para los pobres. Muchos no son asesinados por causa de las drogas. Los que les matan no son obligados a responder por ello", afirmaron.
 
Los obispos filipinos aseguraron que la Iglesia seguirá denunciando “actos de maldad, a la vez que reconocemos y nos arrepentimos por nuestros errores". Abogaron por ayudar a drogadictos a rehabilitarse y se solidarizaron con los familiares de las víctimas.
 
Pese a que no menciona a Duterte por su nombre, la carta insta a los "políticos electos a que sirvan al bien común de la gente y no a sus propios intereses" y les pide acciones para lidiar con los "policías y jueces corruptos".
 
En respuesta, el portavoz de la Presidencia filipina, Ernesto Abella, rechazó en un comunicado que la campaña gubernamental contra las drogas haya creado un “reino de terror”, y afirmó que al contrario, ha traído “paz” al pueblo.
 
"Parece ser que los dirigentes (de la CBCP) han perdido el contacto con la realidad de los sentimientos de los creyentes, que apoyan de forma abrumadora los cambios en Filipinas. La lucha contra las drogas ha hecho el país más seguro, lejos de ser el 'terror' que pintan los obispos”, dijo el portavoz.
 
Duterte, quien es conocido popularmente como “El Castigador” por su política de cero tolerancia a la delincuencia en Davao, donde fue gobernador, emprendió una lucha total contra el narcotráfico, el 30 de junio pasado, el mismo día que asumió el poder.
 
De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos humanos, más de siete mil 600 personas han muerto desde que Duterte lanzó su guerra contra las drogas, más de dos mil 500 de ellas en actos que han sido considerado como “ilegales”.
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