Luego de las polémicas declaraciones en las que la religiosa Lucía Caram aseguró que María no era virgen, pues mantenía relaciones sexuales con su esposo José, la monja ha recibido amenazas de muerte.

"Yo creo que María estaba enamorada de José y que era una pareja normal, y lo normal es tener sexo. Cuesta de creer, cuesta digerir y muchas veces cuando se intenta explicar acaba sacando una carcajada de la gente porque es poco creíble el mensaje", dijo en el programa televisivo 'Chester in love'.

Pese a que posteriormente ofreció disculpas y ratificó su fidelidad y amor a la Iglesia, sus observaciones causaron fuertes críticas por parte del sector católico, que ya publicó una petición en Change.org exigiendo que Caram sea suspendida.

"Esto es un escándalo gravísimo. Es una afrenta a la fe católica que no se puede tolerar", se lee en la solicitud, que hasta el momento cuenta con casi 15 mil firmas.

"Me preocupa la lectura fragmentada, ideológica y perversa que algunos martillos de herejes, sedientos de venganza y animados por el odio, han hecho llenando de calumnias, amenazas serias, incluso a mi vida, en diversos medios", condenó la religiosa.