Le trasplantan los dedos del pie a la mano tras perderlos al explotarle un petardo

2017-02-01 | 21:56 | Agencias

El paciente vizcaíno, Marius Constantin Carp, ha recordado que su mano quedó "reventada", por lo que ha agradecido al microcirujano su labor de reconstrucción porque, ha subrayado, "de no tener nada" y pensar que únicamente iba a tener "un muñón" ha pasado, entre otras cosas, a tener "juego de muñeca" y "poder tomar un 'boli'" en un futuro.
 
En declaraciones , Marius ha recordado que los hechos ocurrieron la madrugada del pasado 1 enero en la plaza del pueblo de Aranguren, en Zalla, Vizcaya. España. Tras dar las campanadas, salió a la calle en compañía de unos amigos. En un momento dado, tomó con la mano un petardo, lo encendió y explotó, seccionándole todos los dedos de la mano derecha. "No me dio tiempo, simplemente explotó", ha precisado.
 
Tras acudir al ambulatorio local, fue derivado al Hospital Sanitario de Cruces, donde la opción que le dieron fue "poder aprovechar algo de la mano" debido al pésimo estado en el que se encontraba.
 
El joven estuvo ingresado dos semanas en Cruces con la mano derecha "enterrada" en la tripa para preservar tejidos y a la espera de una última decisión. Fue un amigo ingeniero el que le habló del microcirujano del Piñal.
 
En su opinión, del Piñal, --considerado una eminencia internacional en el implante de dedos de pie en la mano, con un 99 por ciento de éxito--,  le ha concedido la libertad de poder valerse por sí mismo. "Es mucho. Lo que ha hecho es ponerme una pinza con tres dedos", ha dicho.
 
" De no tener nada, y pensar que voy a tener un muñón, a tener muñeca, juego de muñeca; y lo que es el apoyo de la mano y poder agarrar, no sé, un bolígrafo, para firmar o escribir eso es ley de vida", ha concluido.
 
"ES UNA MANO DE AYUDA"
 
Por su parte, Francisco del Piñal ha precisado que, con los trasplantes, al paciente se le ha dado la posibilidad "de volver a coger cosas con la mano, y tener una mano que tenga una función, no igual, a la que tenía antes, pero sí una función de poder coger cosas. "Es una mano de ayuda", ha resaltado, para quien en lugar de tener "una prótesis", la mano accidentada tendrá una función.
 
El microcirujano, que practicó dos operaciones al paciente para lograr implantar los tres dedos, ha subrayado que el nivel de amputación que tenía la mano era importante, y ha destacado la labor de conservación que han hecho en el Hospital de Cruces.
 
"Prácticamente quedaba un poquito de hueso, otro poquito por aquí, pero el nivel de amputación efectivo era a nivel de la muñeca. Pero pasa siempre, si el nivel de amputación es en la muñeca, si además tienes en cuenta que falta piel, pues el nivel de amputación real es por debajo de la muñeca. Eso es lo que han evitado al enterrarlo, preservarla, que es importante, porque luego es donde va a estar el juego de la muñeca, y aquí es donde hemos puesto la base que nos han servido para colocar los dedos", ha subrayado.
 
Del Piñal, cirujano de la clínica La Luz de Madrid, está considerado una eminencia internacional, y a lo largo de su vida profesional ha realizado unas 500 operaciones de pie a la mano, con un 99 por ciento de éxito. "Tengo pacientes que corren maratones", ha sentenciado. Las dos operaciones de Marius se han realizado en la Clínica Mompía, en Cantabria.
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