El Gobierno británico introdujo el jueves pasado la iniciativa de ley para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El proyecto fue introducido a la Cámara de los Comunes por David Davis, el responsable de la salida británica que ha sido denominada Brexit.
La Corte Suprema británica decidió que la primera ministra Theresa May debía pasar por el Parlamento para dar inicio a la activación del artículo 50 del tratado de Lisboa de la UE. La decisión de la Corte no afectará la intención que anunció la ministra de invocar formalmente el artículo 50 a finales de marzo.
En su locución ante el Parlamento, Davis solicitó a los legisladores que no frustaran la voluntad de quienes votaron en junio del año pasado a favor de la salida. “Confío en que el Parlamento, el cual respaldó al referendo seis a uno, respetará la decisión tomada por el pueblo británico y aprobará la legislación rápidamente”.
El proyecto de ley se conforma de menos de 150 palabras, pero el ministro Davis pidió que la discusión se diera de forma expedita y que ingresara en fase de comité en solo tres días. Luego de esta fase el proyecto de ley pasará a la cámara de los lores para su discusión y aprobación.
Los partidos de la oposición expresaron su intención de hacer enmiendas al proyecto. Los diputados interrumpieron a gritos al líder de la cámara, David Lidintgton, cuando este anunciaba el periodo de tres días para que el proyecto entre a comités. Argumentan que otras iniciativas han tenido más tiempo para ser analizadas y discutidas.
En concreto, el proyecto otorga formalmente a la primera ministra “el poder para notificar, en virtud del artículo 50 (2) del Tratado de la Unión Europea, la intención del Reino Unido de retirarse de la UE”. Una vez activadas las negociaciones formales, estas tomarán dos años y dejarán al Reino Unido fuera de la UE a mediados de 2019.
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