La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, emprende su viaje a Estados Unidos en busca de una nueva relación con su viejo aliado y amigo obsequiando a la pareja presidencial un tazón escocés y una canasta de picnic.
Es tradición que durante estos viajes oficiales los mandatarios ofrezcan regalos a sus anfitriones que tienen principalmente un valor simbólico.
En esta ocasión May eligió para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump un tazón en oro y plata (conocido como “quaiche”) que se ofrecía a los jefes de los clanes escoceses durante varios siglos.
El obsequio es un recordatorio de las raíces escocesas de Trump ya que su madre Mary MacLeod, emigró de una pequeña isla en Escocia a Estados Unidos el siglo pasado.
Fuentes oficiales explicaron que el obsequio tiene sus orígenes en los Highlands y es una pieza atemporal de los valores de amistad y hospitalidad escocesas.
La residencia oficial de la primera ministra 10 Downing Street reveló que la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump recibirá una icónica “hamper”, un cesto tradicional que se utiliza en los picnics en la pintoresca campiña inglesa.
La canasta contiene productos hechos en Inglaterra como mermelada de ciruela damascena, jugo de manzana, tartas tradicionales y galletas de arándano y chocolate blanco.
Este viernes la política conservadora se convertirá en la primera mandataria extranjera en reunirse con Trump en la Casa Blanca para hablar sobre un acuerdo de libre comercio, una vez que Reino Unido abandone la Unión Europea.
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