La expresidenta Dilma Rousseff garantizó este martes que si su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva se presenta como candidato en las presidenciales de 2018 en Brasil, las ganará.
"Yo creo que será importante para Brasil que Lula sea candidato", dijo Rousseff sobre su mentor político en rueda de prensa en Sevilla (sur de España), donde intervendrá el miércoles en un seminario contra el capitalismo neoliberal.
"Creo que él ganaría la elección por todo lo que hizo" durante sus mandatos (2003-2010), estimó Rousseff, cuando en medio de un boom económico logró grandes avances sociales en reducción de pobreza y expansión de la educación.
Figura emblemática de la izquierda latinoamericana y líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT), Lula está dispuesto a competir en 2018, aunque su regreso político se complica por acusaciones de corrupción y lavado de dinero.
El exobrero metalúrgico de 71 años está procesado en varias causas de corrupción en el marco de la Operación Lava Jato, que investiga la red de sobornos y desvíos de dinero en torno a la estatal Petrobras.
Lula, a quien las encuestas muestran liderando la contienda de 2018 en una primera vuelta, ha defendido su inocencia, al asegurar que las "élites" buscan bloquear su nueva candidatura.
"El primer golpe de estado fue mi impeachment", dijo Rousseff, destituida tras un juicio político en agosto, acusada de manipular las cuentas públicas. "El segundo golpe es impedir que Lula sea candidato en 2018", afirmó.
"Perdimos una batalla, pero no significa que perdimos la guerra. (...) Lo que no podemos perder es la democracia, porque le aseguro que si tenemos democracia, nosotros ganaremos nuevamente", aseveró.
Por otra parte, Rousseff pidió despejar toda sospecha sobre el accidente aéreo en el que murió la semana pasada el juez Teori Zavascki, quien estaba a cargo en la corte suprema del megaescándalo de corrupción de Petrobras.
"En cuanto a sospechas que existen en Brasil de que puede haber sido algún atentado, yo creo que debe ser rigurosamente investigado" el siniestro, estimó Rousseff, bajo cuyo mandato llegó Zavascki a la corte.
De esta manera Rousseff, se unió a las numerosas voces en su país que exigen una investigación transparente sobre las causas de la caída de la avioneta, que según testigos desprendió humo antes de estrellarse.
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