El primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, manifestó que las sanciones impuestas a su país por su implicación en el conflicto de Ucrania seguirán “por mucho tiempo” a pesar de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Medvedev afirmó que es hora de renunciar a las ilusiones de que las sanciones sean levantadas en un futuro próximo, además dijo que los rusos no deberían depositar sus esperanzas en los resultados de elecciones en países extranjeros, según la agencia rusa de noticias Sputnik.
“Es hora de renunciar a las ilusiones de que se levantarán las sanciones contra nuestro país. Obviamente, todo lo que ocurrió durará mucho tiempo. No debemos esperar elecciones en el extranjero, ni la llegada de otro líder para cambiar la situación de las sanciones”, indicó.
Ante seguidores del partido gobernante Rusia Unida, el jefe de gobierno advirtió que las diferencias entre ambas naciones son más profundas que meras divergencias entre gobernantes y no van a desaparecer de la noche a la mañana.
Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron a raíz del conflicto interno en Ucrania y la reunificación de Crimea con Rusia, en virtud de un referéndum en marzo de 2014 donde fue apoyada por un 97 por ciento de los votantes.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países impusieron a Rusia sanciones en 2014, como respuesta a la presencia rusa en Ucrania y a la anexión de Crimea, pero en respuesta Moscú impuso un embargo a las importaciones agroalimentarias.
Además de las sanciones, la tensión entre Estados Unidos y Rusia se profundizó aún más en diciembre pasado, debido a acusaciones de que Moscú interfirió en las elecciones presidenciales estadunidenses, en las cuales Trump se alzó con la victoria.
Sin embargo, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores estimó el viernes pasado, cuando Trumpo asumió la presidencia de Estados Unidos, que existe la posibilidad de normalizar las relaciones entre ambos países y se manifestó dispuesto a cooperar con Washington.
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