Xi Jinping, el presidente chino abogó por la prohibición y destrucción de todas las armas nucleares.
"Las armas nucleares deberían ser totalmente prohibidas y destruidas con el fin de construir un mundo sin armas nucleares”, expresó en la sede de la ONU en Ginebra.
El mandatario se proclamó en pro de un planeta basado en la equidad entre los países.
"Hay que rechazar la hegemonía por parte de una o varias naciones (...) las potencias deben respetar los intereses básicos de los otros países (y) tratar a los países pequeños como iguales en lugar de actuar hegemónicamente imponiéndoles su voluntad”.
Además habló de la crisis que vive la humanidad; como el hecho de que el crecimiento global aún es lento, el mundo no se ha recuperado de la crisis financiera de 2008, las diferencias de desarrollo se agrandan y hay varios conflictos abiertos.
Informó que China donará 200 millones de dólares para los desplazados y refugiados sirios.
Aseguró que "el terrorismo es el enemigo común de la humanidad”, pero se mostró convencido de que todos estos desafíos se pueden superar porque “no existe conflicto demasiado grande que no se pueda resolver ni hielo demasiado grueso para romper”, concluyó.
El presidente concluyó ayer en Ginebra una gira de cuatro días en Suiza que incluyó un impactante discurso el martes en el Foro Mundial Económico de Davos, en el cual el dirigente comunista chino apareció haciendo una ferviente defensa del libre comercio.
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