El Papa Francisco pidió el domingo ayudar a la gente sin vivienda que está sufriendo por la ola de frío que atenaza a Europa este invierno.
Tan sólo en Italia ocho personas murieron a causa de las gélidas temperaturas entre ellas un hombre que estaba en el sótano de un edificio abandonado en Milán, y otro en una calle adyacente al río Arno en Florencia.
El pontífice pidió orar por los que "desafortunadamente no sobrevivieron" la ola de frío. Imploró a Dios que "nos inspire los corazones para que podamos ayudar" a los desamparados.
El Vaticano ha estado distribuyendo sacos de dormir térmicos que protegen contra las gélidas temperaturas. Algunos vehículos del Vaticano fueron dejados con las puertas abiertas en la noche en las afueras de la ciudad para que la gente sin vivienda pueda ocuparlos y mantenerse abrigados. Mucha gente desamparada duerme en la intemperie bajo los pórticos del Vaticano.
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