Previo al anuncio que hiciera Donald Trump respecto a que cobraría altos impuestos por la entrada de vehículos Toyota fabricados en México en la nueva planta de Baja California, Toyota y Honda habían manifestado que esperarían hasta que el presidente electo asumiera su cargo para decidir si harían cambios en sus planes de producción en nuestro país.

En esta semana, Donald Trump ha hecho una serie de declaraciones a través de su cuenta de Twitter, situación que ha causado fuertes críticas ya que ha sido acusado de hacer política en redes sociales.

En este sentido, el magnate republicano también dijo que después de la partida de Ford de San Luis Potosí, este "es sólo el principio y viene mucho más".

“Consideraremos nuestras opciones cuando veamos qué políticas adoptará el nuevo presidente”, señaló este jueves Akio Toyoda, de Toyota Motor Corp., durante un evento de la industria en Tokio.

Por su parte, Takahiro Hachigo, de Honda Motor Co. Ltd., dijo en el mismo evento que si bien producen autos en México para mercados que incluyen a Norteamérica y Europa, “no tenemos planes inmediatos de cambiarlos”.

Tras el anuncio de Ford, ahora es General Motors Co. la que se encuentra en la mira del presidente electo, que asumirá el poder el 20 de enero, ya que a través de su cuenta de Twitter señaló que esta automotriz podría quedar sujeta a un “gran impuesto fronterizo” por sus autos fabricados en México, los cuales se comercializan en el mercado estadounidense.

Tanto honda como Toyota tienen instalaciones de producción en Estados Unidos, México y Canadá, aunque fabrica buena parte de sus vehículos producidos en suelo mexicano y canadiense, que son exportados al mercado estadounidense, su mayor comprador.