Zika, la amenaza de 2016

2017-01-01 | 13:49 | Agencias

Hace un año pocos habían oído hablar del virus zika. Ahora las imágenes de bebés con microcefalia, cráneos más pequeños de lo normal, nos resultan familiares.
 
La Organización Mundial de Salud declaró en febrero al virus como una emergencia sanitaria global.
 
El organismo de Naciones Unidas pretendió así contener la expansión de este virus transmitido por mosquitos que fue vinculado inicialmente con miles de casos de microcefalia en Brasil.
 
En noviembre la OMS declaró que la epidemia ya no constituye une emergencia internacional, pero advirtió que el virus sigue representando una amenaza significativa y duradera.
 
La epidemia se ha expandido a más de 70 países, donde se han realizado diferentes campañas para controlar al mosquito transmisor. Cinco países de América han reportado casos de zika transmitido sexualmente.
 
Pero aún no hay un tratamiento o una vacuna efectiva contra el virus.
 
La microcefalia es sólo uno entre el abanico de defectos asociados al zika que los especialistas llaman síndrome congénito de zika. Además de microcefalia, los defectos incluyen daños en los ojos y depósitos de calcio en el tejido del cerebro.
 
Hasta el 22 de diciembre de 2016, el número confirmado de bebés con síndrome congénito de zika era de 2.228 en Brasil y 2.443 en el continente americano, según el informe de casos de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud, OPS.
 
El número de casos autóctonos de zika en el continente americano hasta el 22 de diciembre era de 534.620 casos sospechados y 176.239 casos confirmados, según la misma fuente.
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