Miles de cristianos de todas partes del mundo se alistan esta noche en la ciudad de Belén, cerca de la iglesia de la Natividad, construida justo en el lugar de nacimiento del niño Jesús, para participar en las celebraciones de la Nochebuena.

Pese a los pronósticos de mal tiempo, peregrinos y turistas comenzaron a llegar, desde las primeras horas de este sábado, a la ciudad bíblica de Belén, en medio de estrictas medidas seguridad, ante los recientes ataques de extremistas islámicos contra cristianos en Egipto y Jordania.

Las festividades comenzaron cerca del medio día en la Plaza del Pesebre, ubicada cerca de la Iglesia de la Natividad, con una procesión en la que los peregrinos adoraron a Jesús y se preparan para la Misa de Gallo de Nochebuena, a celebrarse en unas horas, justo a la medianoche.

Entonando canciones tradicionales de Navidad como "Jingle Bells" en árabe y villancicos, los turistas y cristianos, la mayoría palestinos, caminan alrededor de la Plaza, decorada con luces de color rojo y oro y un gran árbol navideños, que iluminan las tiendas y restaurantes.

En medio del espíritu navideño y los buenos deseos, los cristianos dieron la bienvenida al patriarca latino de Palestina y Jordania y arzobispo de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, quien viajo de Jerusalén a Belén para participar en la procesión y ofrecer la tradicional Misa de Gallo.

Se espera que el presidente palestino, Mahmoud Abbas y su primer ministro Rami Hamdallah, lleguen también a Belén para participar en la ceremonia religiosa de medianoche, según reporte de la agencia palestina de noticias Ma'an.

El lema de Navidad de este año es la "misericordia", que, según Fady Ghattas, portavoz de la Oficina de Comunicación de Belén, fue elegida debido a la situación en Palestina, las guerras que azotan el mundo y las resultantes difíciles situaciones que ello conlleva para los niños.

Además, los organizadores pretende complementar el extraordinario Jubileo de la Misericordia promovida por el Papa Francisco.

La organización de los eventos de Navidad ha sido un reto para el municipio de Belén que este año ha recibido a más de un millón de peregrinos y turistas extranjeros, muchos más que en otros años anteriores.

En el marco de las festividades navideñas, el presidente palestino emitió la víspera un comunicado en que afirmó que la Navidad es un llamado de esperanza y justicia para los palestinos, pese a que la ocupación israelí está por cumplir 50 años.

“La Navidad es un mensaje único que hemos llevado generación tras generación, como un preciado tesoro que comenzó en Palestina y se celebra en el mundo", indicó el presidente palestino en su declaración.

Abbas subrayó que a pesar de la importancia religiosa e histórica de Belén, la ciudad "no se ha librado de la brutalidad ejercida por décadas de humillación, colonización y Apartheid", indicó en alusión a la ocupación israelí, pero afirmó que Palestina seguiría preservando su estatus.

Las celebraciones de Navidad son una fiesta nacional para los palestinos, pero este años no sólo los cristianos celebran, sino también los musulmanes, que reciben con beneplácito la resolución adoptada la víspera por el Consejo de Seguridad en contra de la ocupación israelí.