El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el gobernador general, David Johnston, confirmaron hoy su asistencia en los funerales del líder de la Revolución cubana Fidel Castro.

Trudeau y Johnston –representante de la reina Isabel II en Canadá- informaron que viajarán a La Habana, para atender a la “conmemoración en honor” al expresidente Fidel Castro en la Plaza de la Revolución este martes 29 de noviembre a las siete de la tarde.

El gobernante liberal ha sido blanco de ataques de los conservadores quienes reprobaron sus declaraciones en torno a Castro, al colocarlo como un “legendario revolucionario y orador”, siendo que fue un “un tirano”.

Canadá no ha estado exento de la bipolaridad de reacciones en torno a la figura del revolucionario, pero las críticas a quien gobernó Cuba por 47 años han sido al más alto nivel al ser el propio primer ministro Trudeau quien emitió un cándido mensaje de condolencias el sábado por la mañana.

En un comunicado desde Madagascar, Trudeau destacó que Castro realizó “significativas mejoras” a la educación y a la salud de la isla.

Reconoció que fue una figura “controversial”, aunque sus “seguidores y detractores reconocieron su tremenda dedicación y amor” hacia el pueblo cubano, el cual tenía un afecto profundo y duradero al “Comandante”.

De inmediato, los principales representantes del Partido Conservador, arremetieron contra él por no referirse a Castro como a un “tirano” que “mató y encarceló a miles de hombres, mujeres y niños”.

Anoche, los simpatizantes del longevo revolucionario realizaron una vigilia en Toronto, donde afirmaron que “Sí, Fidel fue un dictador, pero de la humanidad, de la solidaridad”.

“Necesitamos dictadores como Fidel en Colombia, para que los niños no se mueran de sed y hambre en la Guajira, en Canadá para que a las mujeres indígenas no las violen ni las asesinen”, dijo Darío Esguerra, de la Red de Solidaridad Latinoamericana y del Caribe.