Al menos cuatro terroristas suicidas y dos soldados paquistaníes murieron hoy en un ataque reivindicado por los talibanes y perpetrado contra un campamento militar en la zona tribal de Mohmand, en el noroeste de Pakistán, informó el ejército del país.
La Oficina de Información del Ejército de Pakistán (ISPR) señaló en un comunicado que cuatro insurgentes fuertemente armados y con chalecos bomba accedieron en torno a las 06:00 hora local (01:00 GMT) al campo militar de Ghalani, donde abrieron fuego e intentaron entrar en una mezquita.
"Los suicidas fueron enfrentados y retenidos en el patio exterior de la mezquita. Las fuerzas de seguridad rodearon a los atacantes y mataron a todos ellos (...) evitando un enorme desastre", detalló el ISPR, que añadió que dos de los insurgentes fueron abatidos y que otros dos lograron detonar sus artefactos.
Además, 14 soldados paquistaníes resultaron heridos en el ataque, reivindicado en un comunicado por el grupo Jamaat ul Ahrar, una facción de la principal organización talibán paquistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP).
"Esta sede es famosa por las atrocidades cometidas allí contra los prisioneros talibanes y sus familiares, las ejecuciones extrajudiciales y la tortura. Avisamos al Gobierno y al Ejército que estas atrocidades deben ser detenidas", afirmó en un comunicado el portavoz del grupo insurgente, Ehsanullah Ehsan.
Eshan añadió que si las supuestas torturas contra los reos no cesan "habrá una reacción aún más dura" y aseguró que los talibanes paquistaníes no se encuentran debilitados.
Las fuerzas de seguridad y las minorías religiosas son dos de los principales objetivos de los grupos insurgentes en el país asiático.
El pasado mes de octubre 62 cadetes murieron en un mortífero asalto perpetrado contra una academia policial en la ciudad de Quetta, en el oeste del país, en un ataque que causó además unos 120 heridos.
El ataque a la academia es uno de los peores registrados este año en Pakistán, tras la matanza de 72 abogados en un hospital el pasado agosto y el atentado suicida en un parque de Lahore que causó 73 muertos en marzo pasado.
Pakistán ha experimentado una significativa reducción de la violencia extremista desde que en junio de 2014 lanzó una operación en las zonas tribales contra el TTP y otros grupos insurgentes, que ha registrado miles de muertos presentados como terroristas por el Gobierno de Islamabad y más de un millón de desplazados internos.
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