La ganadora del Oscar en 2013 por Silver Linings Playbook ha querido hablar del que durante muchos años fue su amigo, el desterrado productor Harvey Weinstein.
Aunque ella asegura que nunca sufrió ningún tipo de insinuación o abuso por parte de él, sí explica que todos sabían "que era un perro, que era un bruto".
Además, en lo referente al trato de las mujeres en la industria del cine, Jennifer habla de su propia experiencia personal en sus primeros años de carrera.
En estos comienzos, la actriz tuvo que soportar tratamientos vejatorios como el de una productora que le hizo desnudarse junto a otras cinco chicas más delgadas, sugiriéndole que debía adelgazar.
"Ese comportamiento está muy normalizado. Luego te haces más importante y dejan de joderte tanto. La gente al comienzo de su carrera no quiere liarla porque si la lías te llaman 'difícil'", afirma.
Pero advierte que hay luz al final del túnel, que las mujeres se pueden unir para luchar contra este tipo de comportamientos.
"¿Qué podemos hacer para que se pongan reglas por las que no esté permitido que se trate de tal forma a otras personas? O una comisión, alguien a quien poder llamar. Si todos los actores de primer nivel deciden unirse a esa comisión, nosotros conocemos a todo el mundo en la industria".