La semana pasada, Elon Musk presentó el primer semirremolque eléctrico de Tesla que también incluyó la revelación sorpresa de un nuevo auto deportivo.

El evento en gran parte se centró en los conductores de camiones, clientes con preocupaciones muy diferentes a las del dueño promedio de Tesla. Musk prometió una lista de características entre ellas: aceleración más rápida, mejor rendimiento en ascenso, un alcance de 805 km con el peso máximo a la velocidad de la autopista y “vidrio a prueba de explosiones termonucleares” en el parabrisas. Las características de seguridad incluyen un piloto automático mejorado, tecnología para mantener el carril y un diseño que hace que el plegamiento sea “imposible”.

Musk afirmó que sería un “suicidio económico” seguir utilizando camiones diesel, y dijo que la versión de Tesla, si se conduce en convoy, sería más barata que el envío de mercancías por ferrocarril.

La producción en los camiones comenzaría en 2019 y los autos deportivos estarían disponibles en 2020.  A pesar de la confianza expresada por Musk, existen dudas sobre la capacidad de la empresa para fabricar los nuevos vehículos.

Y si eres amante de los coches, tienes que leer sobre el nuevo Roadster. A pesar de que tiene el mismo nombre que el primer vehículo eléctrico producido por Tesla de 2008 a 2012,  claramente apunta a los autos deportivos de alta gama.

Con una máquina capaz de llegar a los 100 kilómetros por hora en menos de dos segundos, llegando hasta los 400 km/hr en su desempeño límite, Roadster definitivamente será el coche de producción más rápido del mundo.

La diferencia a su antecesor, es que ahora tendrá cuatro asientos para pasajeros, en lugar de los tradicionales dos para un deportivo, y tendrá una autonomía de uso hasta por 998 kilómetros, antes de requerir cargar su batería nuevamente.