Tan simple como un cuento del bien contra el mal, tan compleja como una religión, como un mito. StarWars.
George Lucas, un joven que vivió el Estados Unidos de los años 70s. Guerra por poder contra un pueblo con limitaciones importantes, una caída en la economía y una sociedad que cada vez creía menos en el sueño que se había vendido durante décadas a través de la publicidad.
El cine es una herramienta audiovisual que sirve para contar historias, eso dicen los libros. La historia nos dice que el cine es una herramienta sí para contar historias, pero también para representar la vida y la sociedad a través del mismo. Lucas comprende de esa forma el cine y sabe que tiene que hacer algo, tiene que mucho que retratar.
Como todo artista que se pelea con una idea, Lucas la rechaza, la deja de lado pues sabe que su forma de representar lo que siente, lo que piensa, aún no tiene la forma de ver la luz, sabe que es tiempo de dejar eso de lado por un momento.
Los mentores no siempre llegan en persona, a veces llegan en forma de películas, pinturas o en el caso de Lucas, en forma de libros. Su gran mentor fue el mitólogo Joseph Campbell, sus palabras llegaron a Lucas a través del libro “El héroe de las mil caras”. Joseph en algún punto de su vida se dedicó a recorrer el mundo, estudiar una cantidad inmensa de mitologías y descubrió que los héroes de esas historias seguían un camino similar, 12 pasos en especial y eso generaba la empatía con todo aquel que conocía esas historias.
Un libro tiene la capacidad de abrir la mente, eso es muy cierto, es capaz de llevarte de un universo a otro. Para Lucas, “El héroe de las mil caras” fue más allá de abrir un universo, fue la llave para abrir un umbral que lo llevaría a su destino, StarWars tenía que ser.
Hollywood es una tierra donde el sol sale todos los días y dura mucho arriba, pero es también una tierra obscura donde los intereses mueven todo. Lucas entro con la esperanza de que su idea fuera rápidamente recibida, pero no. Las puertas se cerraron una y otra vez sobre su barba y esos grandes lentes de pasta negra. Aun así, siempre hay una luz, para Lucas se llamó 20th Century Fox…para la 20th Century Fox, se llamó George Lucas.
Con un contrato firmado, sets inmensos preparados, arduos años de planeación y creaturas extrañas que a simple vista parecían alfombras caminantes caminando a su alrededor, George Lucas llega al set de StarWars. ¿Y si no funciona? ¿Y si de verdad es una historia tan rara que nadie la va a comprender? ¿Es de verdad un reflejo de mi mundo? Desde luego, no estaba ahí, mucho menos estaba en la cabeza de Lucas, pero creo es natural comprender y pensar en todas las dudas que tiene un autor antes de que el celuloide comience a correr y los actores expectantes esperen el primer grito de ¡Acción!
Una película no se hace en un día, ni ahora, ni nunca, que desgracia para los que hacen, pues la prueba de una película se llama estreno y las consecuencias se llaman crítica y esta última no es muy amigable. El coliseo donde
Lucas se enfrentaría a su mayor reto hasta aquel día era el teatro chino de los Ángeles, la fecha mayo 25 1977. Las luces se apagan, el enemigo observa, Lucas espera.
Sonoro silencio, seguido de estruendoso aplauso, StarWars fue lo que era, lo que Lucas había pensado. Lucas había sobrevivido a la muerte, lo mejor, Lucas aún tenía más que contar, este era solo el inicio.
Lucas con su película estrenada sabe que es momento de regresar a si cine, a sus historias. Es difícil para un autor decirle adiós a una obra y seguramente más cuando a tu alrededor no se habla de otra cosa, desde luego si Lucas quería huir de StarWars tenía que irse del planeta seguramente, tal vez allá afuera no vería a niños jugando en todos lados con sus creaciones o a adultos discutiendo sobre la misma.
El ego es el enemigo más grande de todos, Lucas sabe que es momento de enfrentarlo, pues de vencerlo el panorama sería más claro. Que si es o no buen director, eso siempre será debatible, pero que conocía su historia, creo que jamás se ha puesto en duda, ni si quiera por él. Campbell dice que el héroe tiene que sacrificar al ego para vencer al mal, Lucas sabe que para que su historia siga y pueda lograr una reflexión sobre su visión del mundo es tiempo de ubicarse y dejar su proyecto en manos más capaces.
Lo que todos esperaban, StarWars regresó, The Empire Strikes Back, a la fecha considerada como la mejor película en la saga, Lucas no dirigió, ni si quiera la escribió él solo, pero tuvo el mayor mérito de todos, comprendió el potencial de StarWars, el camino que podía seguir su historia, fue cuando Lucas le regaló al mundo StarWars.
StarWars es un mito moderno, nos cuenta una historia que engloba todos los elementos míticos de los que habló Campbell y que tiene el gran mérito de retratarlos de forma cinematográfica, les recomendaría ver el documental “StarWars: TheLegacyRevealed” en el cual queda plasmado de manera genial la forma en que se representan dichos elementos.
Desde la perspectiva de su servidor, creo que debemos estar doblemente agradecidos, tanto por haberla vivido StarWarsen tiempo real, como también por haber visto el camino del héroe que nos dio este cuento mítico, de aquel que a través del cine nos entregó una reflexión social y política sobre el mundo que fue y que sigue siendo, aún desde una galaxia muy muy lejana.