En plena primavera, personal del Ayuntamiento de San Luis Potosí, podó árboles en varios puntos de la ciudad, destacando los de la avenida Universidad, ubicados frente al Instituto Potosino de Bellas Artes, los del Eje Vial, frente a la Fiscalía General del Estado, y otros en diversos lugares. Hubo protestas porque la poda fue severa y se realizó fuera de tiempo. Funcionarios municipales justificaron las acciones diciendo que fue a petición de vecinos y la afectación al medio ambiente fue mínima. Se hizo notar entonces que hace falta un manual de podas y un calendario elaborado por expertos.
Maleza por doquier
El gusto de las autoridades por cortar ramas o de plano talar árboles, sin embargo, tiene excepciones pues de repente dejan crecer cuanta planta germine, sin importar el lugar donde esté. Así tenemos que en las orillas de los carriles de los puentes de la carretera 57 y de la de Salvador Nava, hay maleza en algunas partes y hasta arbustos de buen tamaño.
Una muestra notable está en el puente Granate, sobre la 57, en dirección al centro de la ciudad, en el lado izquierdo, pegado a la contención, crece desde hace semanas, meses tal vez, un arbusto que al rato va a dar sombra a los automovilistas cuando el tráfico esté detenido o bloqueado como suele suceder, en el lado derecho del brazo del Distribuidor Juárez que lleva a la Alameda; otro hasta flores tiene. Nadie se ha preocupado por eso a pesar de que las raíces pueden afectar la estructura.
Agrava vialidad
Esos son dos botones de muestra pero si se quiere algo más llamativo, por la avenida México, pasando el Deportivo Ferrocarrilero, en lugar de subir el puente Miguel Valladares, hay que irse por la lateral para tomar la calle de Azteca. Ahí se verá que el costado del puente ya tiene más vegetación que el cercano jardín del Montecillo. Son varias y muy crecidas las plantas que surgen de entre las escamas o placas. Ninguna autoridad se ha preocupado por tareas de elemental mantenimiento, tal vez porque los esfuerzos están concentrados en la poda de árboles en otros sitios.
No se escapa el centro de la ciudad
Con los ejemplos reseñados bastan para muestra de la indolencia de las autoridades responsables del cuidado y mantenimiento de las vialidades, no obstante, un caso más demuestra que ninguna zona, ni las más transitadas y turísticamente atractivas se “escapan” del problema, si desde la plaza de Armas se mira la torre del templo Del Carmen, se apreciará el ramaje del arbusto que hace tiempo crece ahí. Es un edificio histórico que debe ser cuidado para que no se dañe y nadie se ha preocupado por ese detalle.