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Todos somos iguales, la excusa para no respetar a personas con discapacidad

Lilia Quevedo | Plano Informativo | 18/09/2019 | 18:36

San Luis Potosí, SLP.- “Joven pues aquí todos somos ciudadanos y aquí todos tenemos el mismo derecho”, con mayor o menor índice de agresividad, es el tipo de frase que diariamente escucha Miguel Ángel Duarte, cuando intenta estacionarse en un cajón para personas con discapacidad.

Hace siete años, Miguel tuvo un accidente de trabajo que le quitó la oportunidad de caminar, su columna vertebral se trozó, ocasionando un daño en la médula espinal irreversible.

A varios años del suceso que le cambió la vida, Miguel trata de mantenerse independiente, compró un automóvil automático, lo adecuó con un asiento especial y colocó un bastón para que pudiera acelerar y frenar.

El joven relató que es muy común encontrar coches ocupando espacios para personas con discapacidad, sobre todo en los centros comerciales. Reconoció que al pedir que le dejen el espacio, hay personas que actúan prepotentemente y que incluso le han dicho hasta malas palabras. 

“Cuando veo que se estacionan siempre dicen ‘son sólo cinco minutos’, a algunos les digo que no puedo caminar y agarran la onda, pero otros me dicen que ‘todos somos ciudadanos iguales’ y que me tengo que aguantar”.

Pese a que el Ayuntamiento de la Capital, reconoció juntar hasta 30 infracciones semanales por personas que se han estacionado en lugares para personas con discapacidad, Duarte señaló que ocurre algo totalmente diferente en los centros comerciales, pues la autoridad municipal le ha comunicado que no puede intervenir debido a que es protección privada.

El exconductor de transporte de carga, señaló que los dueños de los centros comerciales, deberían de ser más exigentes con su personal de vigilancia, para que puedan estar al tanto de quienes ocupan los estacionamientos para personas con discapacidad.

“Soy persona usuaria de silla de ruedas 24/7, 365 días del año, dependo de mi silla para deslizarme a cualquier lugar al que tenga que ir, si voy a un centro comercial a una dependencia de gobierno, dependencia de salud en fin, todo este rollo, pues es lidiar con todas las barreras arquitectónicas, sociales que uno se encuentra en la calle, con el tiempo se acostumbra uno a ser usuario de silla de ruedas, dicen que a todo se acostumbra uno menos a no comer, pero no por eso se vale que la gente se aproveche, que digan que uno ya está así y que uno se tiene que aguantar, pues tampoco se vale”.