Jaime Flores Escamilla, otro año de impunidad

Un crimen que no se olvida

Hoy se cumplen 12 años del asesinato de Jaime Gerardo Flores Escamilla, quien fuera titular de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado, y la justicia aún no ha llegado para este servidor público.

Los asesinos, seis hombres que portaban rifles de asalto R-15 y viajaban en una camioneta Suburban blanca y un Volkswagen Bora rojo, jamás fueron identificados y no se sabe que hayan sido aprehendidos. Sin embargo este hecho no se olvida, los potosinos no lo olvidan.

Se vuelve a enchinar la piel debido a que en esa ocasión, bueno, pues fue un acontecimiento realmente impactante, así recuerda los hechos la periodista Martha Victoria López, una de las primeras personas en llegar a la escena donde fue asesinado Flores Escamilla.

Marcó un antes y un después en SLP

Fue la tarde del 13 de septiembre de 2007 cuando se marco un parteaguas en el clima de seguridad en San Luis Potosí. Esa tarde, al ir a comer con su familia a un restaurante ubicado en la esquina de las calles Alejandrina y Rutilo Torres, de la Colonia Valle Dorado, el comandante Flores Escamilla fue ejecutado con al menos 40 impactos de arma de fuego R-15; hecho que marco un antes y un después en el estado.

"Llegamos y nos encontramos con una escena realmente escalofriante, estaba una camioneta Suburban color azul, completamente rafagueada, en ese entonces no había llegado ninguna autoridad, a excepción de un policía de tránsito, la escena era por demás escalofriante", relata Martha Victoria quien tiene una experiencia de 16 años en el periodismo; ese fue un día que para ella sigue causando sentimientos encontrados porque presenció un hecho que marcaba un rumbo diferente para San Luis Potosí.

¡Se los dije, ¡Se los dije!

En su relato, Martha Victoria recuerda que al llegar a la escena del crimen quedó en el lugar que se acordonó, ahí se enteró de que ya venían siguiendo al jefe policiaco para darle muerte, pues vio a la esposa de Flores Escamilla que estaba prácticamente desesperada, deshecha en llanto y con una actitud de impotencia debido a que ella hizo una llamada donde le gritaba a su interlocutor: "¡Se los dije!, !Se los dije!".

Por ello Martha Victoria consideró que era una situación que se había anunciado previamente, sin embargo apuntó que esta sí fue una situación que cambió todo el escenario político, social y de seguridad en San Luis Potosí.

12 años de impunidad

A 12 años de distancia, la resolución del Ministerio Público de la otrora Procuraduría General de Justicia del Estado, sobre el caso del homicidio de Flores Escamilla, señala que se turnó la competencia de las investigaciones a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) el 21 de septiembre de 2007, en esa fecha lo recibió el delegado de la PGR en la entidad, Enrique Buendía Ramos, por lo que desde entonces ese asunto está en manos de la Federación.

Pero de acuerdo con una solicitud de información dirigida a la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la PGR, en donde se solicita el desglose de los homicidios y ejecuciones que se investigan desde 2006 a la fecha, no aparece el homicidio de Jaime Gerardo Flores Escamilla; solo aparecen cinco casos de 2007 que no tienen qué ver con el del comandante.

Cabe destacar que en un principio la Fiscalía General del Estado, en una solicitud de información fechada a finales de agosto de este año, no señala que no tenga información sino más bien aduce que este caso está clasificado, por lo que nadie que no sea la familia, los abogados o los inculpados, pueden saber de las carpetas.

San Luis: Un antes y un ahora

Martha Victoria consideró que había un San Luis Potosí antes de la muerte de Flores Escamilla y uno después. Un San Luis actual donde este hecho marcó la diferencia, "iniciamos a acostumbrarnos a la violencia, acostumbrándonos a cosas de verdad fuertes, en donde a 12 años de distancia ya se nos ha vuelto común escuchar sobre encajuelados, escuchar que encontraron un cuerpo, escuchar sobre levantones".

La realidad es que a 12 años de este asesinato no ha llegado la justicia para Flores Escamilla, y aunque las autoridades desde entonces aseguraron que no iba a haber impunidad, parece que es la única que está más presente en este caso; además la violencia ha venido en crecimiento, con innumerables hechos sangrientos que no se habían visto en el estado antes de este asesinato; algo en donde San Luis Potosí sigue sumergido y de donde parece difícil que pueda salir.