Agencia | 18/08/2019 | 01:15
Los hábitos como tomar poca agua durante el día, no usar protector solar y fumar o beber, son varias de las causas más conocidas que resecan y maltratan la piel.
No obstante, existen otras actividades que puedes estar haciendo en tu rutina -y que parecen inofensivas- pero, ¡que están secando tu cutis! Conócelas ahora mismo y evítalas a toda costa para presumir una tez hidratada y luminosa todos los días.
1. Usar productos con alcohol
El alcohol afecta las fibras de colágeno de la dermis, deshidrata los tejidos e irrita la piel, por lo que es imprescindible sacar los productos que lo contienen dentro de tu rutina de belleza. Los cosméticos más frecuentes que utilizan al alcohol en su composición son los limpiadores, tónicos, lociones y algunos fijadores matificantes así que, ¡revisa la etiqueta antes de volver a aplicarlos!
2. Lavar con agua muy caliente
Puede parecer inofensivo pero, lavar o enjuagar con agua caliente, ¡reseca la piel más de que crees! Esto se debe a que el calor consume los aceites naturales que produce el cutis y dilata los poros, provocando que su función barrera y humectante también se disminuya. Lo ideal es lavar siempre con agua tibia para remover el exceso de lípidos e impurezas y finalizar con un splash de agua fría para cerrar los poros.
3. Exfoliar en exceso
La exfoliación es un hábito que debe realizarse suavemente, con los ingredientes correctos y una vez a la semana (o cada dos si tu piel es sensible). ¿Por qué? Frotar el rostro en exceso produce descamación de células saludables que aún no han muerto y da lugar a la tirantez, inflamación e incluso, la aparición de acné. ¡No lo hagas!
4. Aplicar maquillaje matificante
Utilizar maquillaje matificante todos los días, desde la prebase hasta el fijador, ¡es un error que reseca la piel por completo! Y si, tal vez los primeros meses no lo notes pero, al cabo de unos años tu dermis lo revelará, pues habrás terminado con la capa de lípidos que reviste el cutis. La mejor opción es crear un balance y utilizar productos en crema neutros y productos en polvo matificantes, con el fin de no apagar por completo la luz natural del rostro.
5. Tocarte la cara constantemente
Es un hecho que las manos todo el tiempo están en contacto con superficies contaminadas, puesto que con ellas se realizan la mayor parte de las actividades. Sin embargo, el problema surge cuando se comienza a tocar la cara frecuentemente, los poros acumulan suciedad (y células muertas) y se termina con un aspecto tirante en la piel. ¿Te ha pasado? Es un hábito muy común que actúa de forma inconsciente y que debes dejar de hacer, si quieres presumir un rostro jugoso y sin imperfecciones.