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El Niño y la Canícula ahogan a SLP

Alicia Limón | 02/08/2019 | 02:12

Sequía castiga el territorio potosino

Aunque se había advertido que la Canícula traería calor y sequía a San Luis Potosí, el rigor con que llegó este veranillo se está viendo agravado por la presencia del fenómeno El Niño, que no termina de abandonar el país y está castigando a la entidad potosina.

En la ciudad capital y su zona metropolitana no hace falta agua en este momento porque las lluvias que cayeron a principios de julio abastecieron los embalses San José, El Potosino, El Peaje y El Realito, que son los que proporcionan agua a esta región.

Sin embargo no hay garantías de que lleguen precipitaciones pluviales en este mes de agosto, por lo que el director del organismo Intermunicipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Interapas), Fermín Purata, solicitó a la población hacer un uso racional del líquido para evitar desperdicios que podrían poner en problemas a la ciudad.

 

Se trata de una sequía extrema anormal

Carlos Contreras Servín, del Área de Climatología en el Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de la Información Fitosanitaria de la UASLP, consideró que las condiciones de sequía anormal que enfrenta el país y en particular San Luis Potosí, "se deben al fenómeno de El Niño, que se desarrolla desde el mes de octubre del año pasado y que persistirá todo este verano con condiciones anormales"

Advirtió que estas condiciones se seguirán reflejando en una sequía que pasó de moderada, en enero, a una sequía extrema para la mayor parte de la Huasteca, moderada en Zona Media y Altiplano.

 

Oran para terminar con la peor sequía en 25 años

La peor sequía en los últimos 25 años se vive en el municipio de Santa Catarina, situación que ha generado trabajo para los habitantes del municipio para el acarreo para sus necesidades básicas.

Ante la fuerte sequía, miembros de la comunidad pame en Santa María Acapulco, se han reunido en el templo para orar y pedir a Dios la lluvia y se les permita sembrar maíz y frijol, además de evitar la muerte de ganado.

Indígenas de la comunidad xi'ói se reunieron en el templo de Santa María Acapulco a participar en una velación solicitando a los santos de su devoción que mande la lluvia, en donde entregan ofrendas, oran, llevan música y conviven pidiendo el agua.

Lamentablemente los bordos de abrevadero se encuentran secos, y alrededor de 50 cabezas de ganado han muerto en ejidos como Calabazas, Tanlacut y Santa María Acapulco, debido a que mantener a los animales es muy caro y las familias no pueden sostener dicho gasto.