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Juventudes y Derechos Humanos: una relación complicada

Educación y ciudadanía A.C. | 01/08/2019 | 15:35

La generación actual de jóvenes es la más grande que el mundo ha presenciado jamás
 
En una cara de la moneda, la juventud es“divino tesoro”, una fuerza transformadora, el futuro y esperanza de México, en la otra, las juventudes son tachadas de desobedientes, desalineadas, propensas a conductas criminales, generaciones que no tienen valores, porque “ya no respetan”.
 
En México -y en un sentido más amplio en América Latina-, las juventudes tienen una relación ambivalente con los Estados, el poder y la justicia,siendo doblemente afectados: tanto por la falta de oportunidades, como por la violación directa a sus derechos manifestada con actos de discriminación y violencia.Lo anterior se traduce aunos Derechos Humanos sometidos a discursos contradictorios.
 
El tema de las juventudes no debe ser sólo preocupación de quienes tienen menos de 29 años, pues es sector poblacional de extraordinaria relevancia. Como lo declara la resolución 35/14 del Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidasdel 19 de junio de 2017, “la generación actual de jóvenes es la mas grande que el mundo ha presenciado jamás” .Esta tendencia se mantiene en México con una edad promedio de la población de 27 años. No obstante, el crecimiento poblacional no ha sido a la parde las oportunidades educativas y laborales. Según datos de INEGI, la población total de México ha aumentado de 81 millones de personas en 1990, a 120 millones en 2015, es decir un incremento de arriba del 48%en veinticinco años. 
La suma de estas situaciones ha limitado gravemente el acceso de las y los jóvenes a sus Derechos Humanos, particularmente los económicos, Sociales, culturales y ambientales, también conocidos como DESCA.
 
En estrecha relación con esa falta de oportunidades y las políticas de seguridad nacional, las juventudes viven en un clima de inseguridad en la que son las principales víctimas del crimen y también sus principales agentes , produciendo que las juventudes, en particular quienes viven en una situación de marginalidad, sean discriminadas adicionalmente y vistas con recelo por autoridades y personas mayores, como potenciales delincuentes.Situación que se agrava cuando se les segrega por su forma de vestir o hablar, sus prácticas artísticas y el uso detatuajes y perforaciones.Aunado a ello, los Derechos Humanos no se entienden como garantes del bienestar integral y general de la población,siendo vistos y representados como instrumentos para beneficio exclusivo de los delincuentes.
 
En tales contextos, no debe perderse de vista que simultáneamente, a la acumulación de expedientes judiciales que se refieren a jóvenes (como el caso Ayotzinapa), las juventudes han empujado agendas transformadoras respecto de múltiples temas como la democratización política, la protección de los animales, la diversidad de género, la protección del medio ambiente y otras que pugnan por el reconocimiento y defensa de los Derechos Humanos, haciendo llamados a la conciencia, la justicia y la emancipación.
 
Para concluir, es importantísimo asegurar el acceso pleno a los Derechos Humanos de las personas jóvenes e incrementarsu participación activa en la vida política, social y económica de la nación, tanto por que la falta de oportunidades las coloca en peligro de violencia estructural y directa, como víctimas y victimarios, repercutiendo en todo el resto de la sociedad. Así como por su importancia como grupo etario mayoritario, que ha demostrado sus potencialidades emancipatorias y su empuje por la consolidación y ampliación de los Derechos Humanos.