Miguel Ángel Sosa | 25/07/2019 | 19:14
Dicen que padre no es el que engendra sino el que cría. Y en los cuadros de MORENA se puede observar además del ADN tricolor, la herencia más pura del perredismo: la sintomática guerra de tribus que pelean a ultranza por el todo o nada.
Con un padrón desbordado y poco cuidado, el partido en el poder va por la madre de sus batallas, la de intentar salir bien librado del conflicto intestino que supone el relevo en su dirigencia nacional.
Las tribus de MORENA se configuran poco a poco y hacen alarde de sus niveles de poder e influencia, al más puro estilo de lo aprendido en el sol azteca. Este siempre fue un riesgo latente, hoy es un escenario real.
Al ser receptor abierto de huestes provenientes de todos los partidos, al interior de MORENA se construyó un ecosistema poco tradicional. Lo anterior, dio fuerza por la suma de apoyos cuando estos se necesitaban, pero hoy se presenta como el principal obstáculo para la unidad del partido.
El ADN perredista posee amagos innecesarios pero lucrativos; negociaciones inertes con jugosas recompensas y alianzas caciqueras que benefician a grupos pero no al partido. De eso saben bien los nuevos conversos, de lo bien y mal aprendido en sus años de jugar a la oposición.
MORENA es gobierno y MORENA también es partido. En uno está presente y visible la figura de López Obrador, en el otro no. En el imaginario, hay treinta millones de votos que no necesariamente pertenecen a Yeidckol Polevnsky ni a quien vaya a sustituirla.
Bejarano, Ebrard, Padierna, Batres, Luján, Muñoz Ledo y Godoy, son algunos de los muchos apellidos perredistas que hoy ondean otra bandera. Son ejemplo de hombres y mujeres inmersos en las eternas batallas de tribus dentro de los congresos del PRD.
El partido en el poder tendrá todo a mano: un presupuesto que supera este año los mil 500 millones de pesos, y sobre todo, la oportunidad de consolidar su poderosa maquinaria. El enemigo se encuentra en su ADN y esa, no es cosa menor.
ENTRE TELONES. La violencia e inseguridad son temas más que sensibles entre la gente. Hoy en día, los estudios de opinión sugieren que el miedo regresa por la falta de acciones efectivas contra la delincuencia organizada. La Guardia Nacional hace su aparición, con el tiempo que apremia y la paciencia que se agota.
Twitter: @Mik3_Sosa