Lunes 18 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
internacionales

Revelan cartas de amor que una víctima de secuestro le escribió a su captor

Agencia | 22/07/2019 | 01:07

El domingo, 14 de julio, elementos de la Policía Nacional de Colombia rescataron a una mujer que fue secuestrada el 28 de mayo en el municipio de Sabana de Torres, Santander.
 
Días después, las autoridades compartieron algunas cartas escritas por la víctima en los que ella le confiesa sus sentimientos a su captor.
 
Amor, nunca imaginé que de estas lágrimas surgiera un amor tan grande y especial como éste. Aunque la forma en la que nos conocimos no fue la más apropiada, le doy gracias a Dios por todo esto… Cada día te amo más.
 
La víctima se llama Mayerli Santos Calderón, la esposa de un palmicultor, mientras que el secuestrador fue identificado como Ricardo Tarazona Martínez, un individuo con antecedentes de secuestro, informaron medios locales.
 
Fue la fiscalía de la entidad la que reveló el contenido de los textos que las autoridades encontraron en el lugar de retención. En estas cartas, la señora Santos Calderón manifiesta su amor al presunto delincuente:
 
Soy capaz de perdonar el hecho que me hayas raptado, a pesar de saber que estoy aquí en esta selva en contra de mi voluntad. Jamás te guardaría rencor y no sería capaz de hacerte daño, pese al daño que me has hecho a mí y a mis seres queridos. Solo te pido sinceridad.
 
Para los psicólogos, se trata de un típico caso del síndrome de Estocolmo, un trastorno temporal en el que una persona que es privada de su libertad termina por enamorarse de quien la tiene retenida contra su voluntad.
 
Al momento de su liberación, la propia víctima corroboró la autenticidad de las cartas al declarar a los medios que:
 
…Doy gracias a esa persona que me cuidó que era quien me tenía en cautiverio, no puedo decir nunca que me maltrataron ni que fueron violentos, al contrario, dentro de lo que se puede vivir en un cautiverio fueron bien, fueron amables conmigo.
 
El síndrome de Estocolmo puede ser interpretado como un mecanismo involuntario de defensa. Al entablar una relación sentimental con el secuestrador, es más probable que éste no agreda a la víctima mientras se prolonga el cautiverio.