La migración forzada es tema central en la obra 'Éxodos'

El fenómeno de la migración forzada que vivió Yucatán en la época del porfiriato y que ahora es un proceso que se registra en diversos países, la lleva a escena Luis Martín Solís bajo el título Éxodos.

El director escénico afirmó que la dramarturgia es resultado de una investigación, y lo mostró al presentar un fragmento de la historia durante la conferencia de prensa que se realizó en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), donde tendrá su temporada del 25 de julio al 11 de agosto.

Ese estudio estuvo a cargo de la historiadora Ana Cervera, quien durante su trabajo encontró en un archivo un documento único que consigna la venta de personas que se realizó en el porfiriato para haciendas de Yucatán y Campeche.

“Es un documento que para nosotros es una joya y prácticamente desconocido en el terreno de la investigación histórica, pero que tiene que ver con esta obra”, describió Solís, integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Comentó que en Yucatán solamente se han montado dos obras sobre el tema pero consideró que se han producido con escasa información, mientras que Éxodo, con la investigación de Cervera, es más completo y buscaron que no fuera tan político, ni histórico, sino artístico, teatral y dancístico para un mayor público.

La obra trata sobre dos migraciones que ocurrieron a principio del siglo XX en el sureste del país durante la época del porfiriato. Una fue la de los 8 mil yaquis que fueron prácticamente deportados, una migración forzada para trabajar en los campos del henequén. Al triunfo de la Revolución mexicana son liberados y les prometen un barco para regresarlos y posteriormente vía tren para llegar a Sonora.

El barco nunca llega y de esos 8 mil yaquis, solo regresan 44; el resto no se sabe cómo llegaron, otros se quedaron en diferentes estados del país y otros más se quedaron en Yucatán para formar familias.

La otra migración se refiere a la llegada de 3 mil chinos, pero Luis Martín Solís explicó que de ella no hablan en la obra porque "preferimos contar la historia de los coreanos que llegan casi cuando Corea es invadida por Japón y llegan a formar parte de las plantaciones”.

El reparto de la puesta en escena está integrado por Erika Torres, Carlos Caballero y Rebeca Ruiz Guerrero.