Jueves 25 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Qué hacer si te sientes solo a pesar de contar con una pareja?

Agencia | 19/07/2019 | 12:40

Si hay una pregunta que enerva a las personas sin pareja -y con razón- es la clásica puya del "¿y tú para cuando?" La mayoría de las veces no hay malicia tras de la manida frase, pero eso no significa que no tenga importancia: se trata de una indeseada consecuencia de la arraigada percepción social de que la soltería es sinónimo de soledad, y que la única manera de romper su maleficio es estar en pareja. 
 
En un momento en el que gana fuerza la idea de que la soledad está en plena expansión en las sociedades modernas -se ha llegado a decir que mata tanto como fumar 15 cigarrillos al día-, la insistencia en esa pregunta puede ganar fuerza. Pero considerar a la pareja como antítesis del aislamiento es un error que conocen bien los profesionales de la terapia de parejas: la soledad también se extiende entre las uniones, afecta incluso a las aparentemente felices.
 
"Es un problema muy común que se da en todo tipo de parejas, da igual que lleven poco o mucho tiempo juntos", apunta la psicóloga Bárbara Zapico, integrante de Top Doctors. Y explica: "El actual modelo de vida con horas de trabajo interminables y precariedad lleva a estar más pendiente del 'yo' que del 'nosotros', y por mucho que la sociedad moderna alabe el individualismo, somos seres que necesitamos la interacción con otros".
 
Una explicación a esta situación es que es que existe un sentimiento de infelicidad lo que evoluciona hasta convertirse en soledad. En un estudio del Centro de Investigaciones Pew llevado a cabo en Estados Unidos (EE UU), en 2018, el 28 por ciento de los encuestados señalaron la soledad como principal causa de insatisfacción con su familia, mientras otro trabajo, de la Universidad de Chicago, en EE UU, indica que el número de personas que se declaran infelices con su vida de pareja no ha parado de crecer desde 1974. Pero los expertos piensan que hay que analizar esos datos con cautela.
 
"El problema es que nos han vendido el concepto del enamoramiento y el amor romántico [un discurso especialmente fuerte en la cultura estadounidense], y en la sociedad está instalada la idea de que el amor de pareja es vivir la intensidad del enamoramiento y que, cuando desaparece, puedo irme a otra cosa que me dé esa intensidad", opina la psicóloga Paula Cajide, directora del centro Psicointegra. 
 
"Pero el amor, si se cuida, es posible que se prolongue durante muchísimos años, pero eso conlleva un esfuerzo que parece incompatible con la sociedad actual, en la que se invita continuamente a la excitación constante", añade.
 
Cajide, interpreta de una manera distinta el proceso que lleva a que algunas personas se sientan solas a pesar de que compartan su vida con otra persona. "Es sobre todo la dinámica de la rutina. 
 
Novios o matrimonios que hacen muchas cosas juntos, pero que se van olvidando de la pareja, que gestionan juntos el hogar y todos sus planes de ocio son con otras personas: comidas semanales en familia o salidas con amigos [aunque está claro que una pandilla aporta cosas que el cónyuge nunca aportará]. Una frase que se escucha mucho en terapia es parecemos compañeros de piso, pero no siempre se reconocen como infelices".
 
Tampoco hay que perder de vista el protagonismo de la tecnología, un elemento directamente relacionado con la soledad, tal y como indica un estudio publicado en una revista de la Sociedad Americana de Medicina Preventiva, que concluye que la sensación de aislamiento aumenta conforme más tiempo se dedica al día a las redes sociales. 
 
"La idealización constante del bienestar en las redes sociales está haciendo mucho daño, también en la pareja. Un ejemplo puede ser todo lo que hoy gira en torno a las bodas, con toda esa idea exagerada de lo estético que Instagram está acentuando muchísimo", apunta Bárbara Zapico.
 
La psicóloga y escritora estadounidense Sherry Bourg Carter afirma que disponer de algún espacio a solas con uno mismo está relacionado con una mayor empatía hacia el prójimo. De lo contrario, afirma la psicóloga Paula Cajide, podemos encontrarnos en el círculo vicioso de la dependencia "las parejas que son yo y tú y tú y yo se acaban asfixiando y llegan a consulta diciendo es que si rompo con mi pareja no me queda nada. Es fundamental disponer de un tiempo individual para lo que a uno le interese". Cuando surgen estas dinámicas, las expectativas hacia el otro se vuelven estratosféricas. Y este es otro de los rasgos de las relaciones amorosas en estos tiempos. 
 
Algo sobre lo que la psicóloga y escritora Esther Perel reflexiona sabiamente, cuando asegura que "pedimos a la pareja que se ocupe de cosas de las que antes se ocupaba todo un pueblo".