El rey saudí, Salman bin Abdulaziz, va a patrocinar la peregrinación a La Meca de unos 200 musulmanes, familiares de los 51 fallecidos y 50 heridos en el ataque supremacista de marzo contra dos mezquitas en la localidad neozelandesa de Christchurch.
Según la agencia oficial de noticias saudí, SPA, el monarca emitió hoy un decreto con el que les invita a realizar la peregrinación a la ciudad sagrada, uno de los cinco pilares del islam y que todo musulmán debe realizar al menos una vez en la vida si sus condiciones económicas y físicas lo permiten.
Es tradición que el rey reciba cada año invitados, en el marco del gubernamental Programa de Invitados del Servidor de los Lugares Santos (uno de los nombres que recibe el jefe de Estado saudí), y los peregrinos son generalmente miembros de la élite social, afectados por la crisis o pobres que no pueden costearse el viaje a La Meca.
Gracias a esa iniciativa, en 2018 viajaron a Arabia Saudí a invitación del rey 1.000 familiares de palestinos fallecidos a manos de Israel y 1.500 yemeníes y sudaneses, parientes de militares muertos o heridos en la guerra del Yemen.
En este caso, los invitados son familiares de algunas de las cien víctimas que dejaron los ataques de Christchurch, perpetrados mientras centenares de musulmanes oraban en dos mezquitas situadas en el centro de esta ciudad, la mayor urbe de la Isla Sur de Nueva Zelanda.
El australiano Brenton Tarrant, considerado por la Policía el único responsable del atentado, grabó durante 17 minutos las imágenes y publicó un largo manifiesto justificando su ideología de extrema derecha y su odio a los musulmanes, que junto al vídeo fueron publicados en las redes sociales.
Los 200 invitados se unirán el próximo agosto a los millones de musulmanes que cada año realizan la peregrinación a La Meca procedentes desde todos los rincones del mundo. EFE
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