Leopoldo Pacheco | 10/07/2019 | 09:29
DEBO SERLE HONESTO, AMIGO lector; hay tantas cosas de las que quisiera hablarle en este momento y tan poco espacio, que trataré de ser lo más conciso posible ante las circunstancias que nos ocupan, por lo temas que nos atañen.
CUANDO EL ENTONCES candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, hablaba de la necesidad de cambiar la forma en la que trabajaban las instituciones, no me imaginé que ello implicara tener que destruirlas, al tiempo de menoscabar su presencia en el tiempo y en la necesidad de los mexicanos, y ese es precisamente el momento en que nos está tocando vivir, en una dinámica que no da más señales de cumplir objetivos a raja tabla en aras de generar el famoso cambio, en el cual se nos pide creer con una fe religiosa, o sea con una fe que no admite cuestionamientos ni comprobaciones.
PORQUE ES PRECISAMENTE EN este momento en el que parece que no hay más espacio para debatir que no sea el que refiere “el que no está conmigo está en mi contra”, en la escala de frentes que se están abriendo, a un año de haber iniciado el gobierno de México, la famosa cuarta transformación.
Y ES QUE NO ESTAMOS hablando únicamente de aquellas cosas que desde un principio se han convertido en antagónicas de esta administración, como lo son la Policía Federal y el Instituto Mexicano del Seguro Social, sino aquello que supone son sus propios cimientos de la administración, como es lo que ocurrió con el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien explicó su renuncia por la imposición de funcionarios que no saben nada y porque no hay sustento económico en lo que quiere hacer el presidente con su política social de becas y demás… ¿De dónde y cómo? para que como respuesta el Presidente diga que no está conforme con el cambio que pretende hacer al país que ha estado gobernado por 36 años de un sistema administrativo que no funciona.
EL CASO ES QUE ESA FALTA DE sustentabilidad nos está pegando fuerte a nivel bursátil, y México en los últimos meses se está convirtiendo en un país inseguro, financiera y económicamente hablando, y esa es la triste realidad.
MANUEL ZULEICA, COORDINADOR del Laboratorio Bursátil de la Facultad de Economía de la UASLP, afirmó que México está en una etapa de recesión económica, muy probablemente no se pudo resolver este fenómeno y por ello se tomaron decisiones importantes en el tema de la renuncia del secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzua.
EL FUNCIONARIO UNIVERSITARIO apuntó que está comprobado que diversas empresas se encuentran en problemas financieros y quizá este fue uno de los aspectos que propiciaron su salida, que podrían sumarse a la propia inconformidad del funcionario.
POR SU PARTE EL COORDINADOR parlamentario del PRI en el Congreso del Estado, Mauricio Ramírez Konishi, enfatizó fuertemente este aspecto en el sentido de que el tema es verdaderamente grave, al tiempo es la SHCP el bastión que representa la estabilidad de un país ante los ojos del mundo, en términos de su economía, su gasto, sus ingresos y la proyección de su política económica, al presidente López Obrador se le están acabando los dedos para tapar las grietas que se están abriendo en esta gran compuerta de su administración antes de que se le rompa y nos ahogamos todos (ojalá nunca). Iniciativa privada, IMSS, Pemex, Policía Federal y SHCP.
POR SU PARTE EL GOBERNADOR Juan Manuel Carreras no puede dejar de levantar la ceja, aunque con optimismo espera que para San Luis el nuevo secretario recuerde los temas que su antecesor deja pendientes, y que no son pocos, entre carreteras y aeropuerto, y que como sea ya se tenían apalabrados “dirían en mi pueblo”.
NO DEJO DE MANIFESTAR EN LO personal mi solidaridad por el dolor en lo que significa para aquellos que son verdaderamente policías de carrera, formados en la academia de la Policía Federal, que sean ninguneados y cortados bajo la misma tijera como malos, gordos, mañosos o que “se portan mal”, a criterio de este gobierno, para que no tengan de otra más que alinearse a lo que les imponen como única opción, y tengan que comer tortas con la Guardia Nacional para exaltar su valentía y su heroísmo…
HASTA LA PRÓXIMA…