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¿Qué sabes de las enfermedades sexuales?

EFE | 09/07/2019 | 21:34

Son enfermedades de transmisión sexual que amenazan, especialmente, a los jóvenes. La relajación en el uso del preservativo es una de las causas del aumento de los casos de gonorrea, de sífilis y de clamidia. Te explicamos las consecuencias de padecer alguna de estas infecciones cuya incidencia va en aumento.

 

Suenan a enfermedades del pasado pero ahora están muy presentes. En 2017, en España se registraron 23.942 casos notificados de gonorrea, sífilis, clamidia e linfogranuloma venéreo, un incremento medio anual del 26,3% desde 2013.

 

La gonorrea, la sífilis y la clamidia comparten algunas características comunes: tienen su origen en diferentes bacterias que se combaten con antibióticos; cualquier persona con actividad sexual las puede contraer y transmitir; y se caracterizan, al menos en los inicios, por tener síntomas inespecíficos.

 

La mejor manera de evitar estas infecciones es con el uso del preservativo en cualquier relación sexual vaginal, anal u oral. Un método anticonceptivo cuyo uso entre los jóvenes se ha reducido del 84% al 75% en los últimos 16 años, especialmente en adolescentes de 15 a 18 años, según datos del Ministerio de Sanidad.

 

Esa es la razón por la que este organismo ha puesto en marcha la campaña #SiemprePreservativo dirigida a los jóvenes a los que advierte que el condón es el único mecanismo de barrera que ayuda a evitar la transmisión de estas enfermedades sexuales.

 

“En las consultas de Atención Primaria estamos viendo más casos. Ha bajado el uso del preservativo porque hay menos miedo, creen que estas enfermedades se pueden controlar”, explica a EFE la doctora Mariam de la Poza, miembro del Grupo de Estudio y Recomendaciones sobre Enfermedades Infecciosas en Atención Primaria (GERMIAP) de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC).

 

Y el aumento de estas enfermedades de transmisión sexual (ETS) ha llevado al sistema de salud de Cataluña a crear consultas referentes en este tipo de infecciones dado el aumento experimentado sobre todo en una ciudad como Barcelona.

 

“Hay mucho turismo vinculado a colectivo homosexuales, entre hombres, que es donde más han subido estas enfermedades, estamos viendo en Barcelona más casos que en otros sitios”, apunta la especialista.

 

El miedo al VIH hizo en sus inicios que aumentara el uso del condón y por tanto también frenó la transmisión de otras enfermedades sexuales. Sin embargo, también se ha perdido esa alerta respecto al virus del sida al ser tratado con retrovirales que lo controlan y lo convierten en una infección crónica.

 

“Pero no es solo eso. También hay un cambio en las actitudes sexuales, hay una percepción de menor riesgo y menos miedo y el preservativo puede resultar algo molesto”, indica la doctora.

 

Los avances en los métodos diagnósticos han permitido asimismo que se detecten antes estas infecciones que suelen cursar con síntomas inespecíficos.

 

Según la doctora Mariam de la Poza, la uretritis (infección que afecta la uretra) es uno de los síntomas más comunes en gonorrea y clamidia, enfermedades que se tratan con una combinación de antobióticos, mientras que la sífilis es combatida con penicilina.

 

Los casos de gonorrea y clamídia se dan más en el colectivo de 15 a 25 años, mientras que la sífilis es más común en personas más mayores, según estima la médica de familia.

 

Esta es la información que proporciona el Ministerio de Sanidad para conocer más de cerca y prevenir estas enfermedades:

 

Gonorrea, la tasa más elevada

La infección por gonorrea alcanza la tasa más elevada, 78,1 por 100.000 habitantes, en población de entre 20 y 24 años, según Sanidad.

  • La causa está en la bacteria Neisseria Gonorrhoeae o gonococo que se transmite en las relaciones sexuales sin preservativos.
  • Cuando los síntomas están presentes los más comunes son, en las mujeres, un cambio en el color u olor o cantidad del flujo vaginal, sangrado entre reglas o reglas más cuantiosas, sensación de ardor al orinar; puede haber dolor o malestar en la parte inferior del abdomen. En hombres, sensación de ardor al orinar; secreción del extremo del pene; puede haber dolor en los testículos.
  • Diagnóstico: Se necesita una muestra de la zona genital, faríngea o anal para hacer el diagnóstico, dependiendo de las prácticas sexuales. En ocasiones puede solicitarse además, una muestra orina.
  • Complicaciones: Las mujeres pueden desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica, la cual puede provocar dolor en abdomen y pelvis. También puede conducir a infertilidad y embarazo ectópico (fuera del útero). Los hombres pueden desarrollar una infección dolorosa en los testículos. En algunos casos, cuando la gonorrea no se ha tratado, puede producir infecciones en otras regiones del organismo, como la piel y las articulaciones.
  • Es conveniente realizar pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual como sífilis, clamidia y VIH ya que puede haber más de una infección al mismo tiempo.

Sífilis, más frecuente en hombres

La infección por sífilis registra un incremento menos acusado, pero en el año 2017 se producen las tasas más elevadas desde que se recogen los datos, 10,61 por cien mil habitantes frente al 2,57 registrado en 1995.

Aparece más en hombres que en mujeres. El grupo de edad más afectado es el de 25 a 34 años.

  • Está causada por la bacteria Treponema Pallidum que se transmite en las relaciones sexuales vaginales, anales u orales.
  • Se diagnostica con un análisis de sangre.
  • La infección tiene cuatro etapas:
  1. Sífilis primaria: aparece una úlcera en la parte del cuerpo que haya estado en contacto con la bacteria. Puede pasar desapercibida según su localización y es una importante vía de contagio para las parejas sexuales.
  2. Sífilis secundaria: Las bacterias proliferan en la sangre y la enfermedad progresa entre 3-6 semanas tras la aparición de la úlcera. Se producen erupción cutánea en palmas de manos y plantas de los pies e inflamación en la zona genital, manchas blancas en la boca y glándulas inflamadas.
  3. Sífilis latente: Cuando los síntomas de la sífilis secundaria han desaparecido, es posible que no se produzcan síntomas durante varios años, pero la infección está presente y puede detectarse a través de una analítica de  sangre.
  4. Sífilis terciaria: Aproximadamente 1 de cada 10 personas con sífilis no tratada desarrollará graves problemas neurológicos, osteoarticulares o cardíacos muchos años después de la infección.
  • Complicaciones: En 1 de cada 10 casos, si la sífilis no ha sido tratada, la infección puede transmitirse a otros órganos a través de la sangre, y causar después de muchos años, trastornos cardíacos, cerebrales u osteoarticulares.

Clamidia, más en mujeres

En el caso de la infección por clamidia, las tasas más altas se dieron entre los 20 y 24 años y más en mujeres que en hombres.

  • Enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Chlamydia Trachomatis.
  • Más del 70% de las mujeres y del 50% de los hombres con infección por clamidia no presentan síntomas específicos.
  • Señales de alarma en mujeres: cambios en el color, olor o cantidad de secreciones vaginales; reglas más cuantiosas o sangrado entre períodos; sangrado después de las relaciones sexuales; sensación de ardor al orinar; dolor o molestias en la parte baja del abdomen.
  • Señales de alarma en los hombres: sensación de ardor al orinar; secreción en el extremo del pene, dolor o molestias en los testículos.
  • Diagnóstico: se necesita una muestra de la zona genital. En ocasiones puede solicitarse además un análisis de orina.
  • Si tiene infección por clamidia, también deberá realizarse pruebas para detectar otras infecciones de transmisión sexual como VIH, sífilis o gonorrea, ya que podría tener más de una infección a la vez.
  • Consecuencias: sin tratamiento las mujeres pueden desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica. Esta enfermedad puede producir dolor abdominal y pélvico. Además puede producir infertilidad y embarazos ectópicos. Los hombres pueden desarrollar una infección muy dolorosa en los testículos. Menos frecuentemente, puede causar otros síntomas como artritis (Síndrome de Reiter) e inflamación ocular.

Estas tres enfermedades de transmisión sexual comparten además otras dos características: una mujer embarazada puede transmitir la infección a su hijo y son patologías que aunque se controlen pueden volver a reaparecer ya que no existe una protección permanente, incluso en algunos casos los antibióticos pueden hacerse resistentes a las bacterias.