Armando Limón Hernández | 08/07/2019 | 12:15
TAMPOCO PODEMOS PERDER DE vista que afortunadamente los conflictos ocurridos en la Ciudad de México entre el Gobierno y la Policía Federal no nos han alcanzado y mucho menos han puesto en riesgo la operación de este nuevo cuerpo de seguridad que, dicho con mayor claridad, no viene a sustituir las funciones de las corporaciones estatal y municipales, sino a colaborar en el combate a la delincuencia.
EL ARRIBO DEL CORONEL JOSÉ Adrián Simón Serrano, quien es el responsable de la Guardia Nacional en San Luis Potosí, abre un espacio de confianza entre los ciudadanos y por lo tanto este mando militar deberá asumir un papel importante dentro de las acciones que logren acordar las distintas autoridades representadas en la Mesa Estatal de Paz y Seguridad, porque desde ahora se deberán dejar de lado los intereses o las posturas mezquinas que contribuyen en lo absoluto para el beneficio de San Luis Potosí.
TAMPOCO ESTARÍA POR DEMÁS que tanto el gobernador Juan Manuel Carreras como el alcalde de la Capital, Xavier Nava, y el de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, firmarán la pipa de la Paz y se pusieran a trabajar de manera coordinada, porque antes que un partido político o una aspiración futurista, se debe privilegiar a San Luis Potosí. Esto implicaría que les dieran un jalón de orejas a sus respectivos titulares de Seguridad, porque si bien es cierto que en los últimos meses se ha reducido el índice en la comisión de algunos delitos, en la realidad la percepción ciudadana manifiesta todo lo contrario.
LOS POTOSINOS YA ESTÁN cansados de escuchar diariamente las críticas y denostaciones en contra de las políticas de seguridad, y sobre todo en contra de sus titulares. Sin embargo, aquellos detractores del sistema también deben estar conscientes de que las venganzas políticas o los chantajes no son el camino correcto para rescatar esa tranquilidad que caracterizaba a San Luis Potosí, al menos hace más de una década.
POR OTRO LADO, TAMPOCO SE puede perder de vista que ante las ocurrencias del Gobierno Federal, se está generando un clima de descomposición en el arranque de la Guardia Nacional, pues lejos de resolver un problema que pudiera solucionarse de manera sencilla, con sólo respetar los derechos laborales y seguridad social de los elementos. Ahora se intenta echar más sal a la herida mediante una serie de presiones y amenazas con recurrir a los tribunales.