Muy pronto se fue un año y el pasado lunes al primer Mandatario de la Nación Andrés Manuel López Obrador dio una especie de informe anticipado en el zócalo de la Ciudad de México que fue conocido como el “Amlo Fest”. Tal como lo hacía su antecesor Peña Nieto en los días del grito de independencia, ahora estuvo Margarita “La Diosa de la cumbia” y hasta mariachis. Solo faltó Belinda.
Jamás me hubiera imaginado hace un año ver a Emilio Azcárraga el jerarca de Televisa y al magnate Carlos Slim rindiéndole pleitesía en zona VIP del Amlo Fest a López Obrador.
Este año ha sido de una polarización enorme en la sociedad mexicana, de quienes simpatizan con López Obrador y todo lo ven bien contra los radicales opositores que todo lo ven mal. No hubo puntos intermedios ni matices.
NO LES GUSTA SER EVALUADOS
Congreso Calificado dio a conocer su tercera evaluación a los diputados locales de San Luis Potosí y con la novedad que no salieron reprobados todos como era costumbre. A los que les fue bien, como siempre sucede se muestran complacidos que existan este tipo de ejercicios desde la ciudadanía, pero a quienes les fue mal, descalifican y desdeñan los resultados. Tanto al panista Rolando Hervert como a la petista Paola Arreola no les gustó nadita la evaluación y salieron con la clásica justificación de “quienes realmente me deben calificar son los habitantes de mi distrito”.
Y ya que andamos husmeando en las mazmorras del Congreso, las cosas siguen en la oscuridad y para no variar en su página de transparencia siguen ocultando los jugosos sueldos de los asesores. Existen dos que ganan casi lo mismo que los diputados. ¿Será por eso?
