Miguel Ángel Guerrero | 30/06/2019 | 18:12
Aunque con altibajos en sus niveles de popularidad el presidente Andrés Manuel López Obrador cumplió ayer su primer año de haber ganado las elecciones con que conquistó la presidencia sin acosos de significativos movimientos populares en su contra ni el agobio de una crisis económica semejante a la que vivieron algunos de sus antecesores al cumplir ese tiempo en el puesto, como le pasó, por ejemplo a Ernesto Zedillo luego de aquel desastroso error de diciembre del 94.
Eso sí AMLO llega a esta fecha bajo la intensa presión de amplios sectores nacionales exigiéndole el cumplimiento de algunas de sus promesas de campaña más importantes como la erradicación de la corrupción y el castigo ejemplar a quienes saquearon impunemente al país, así como la disminución del costo de los combustibles, gasolina, diésel, etc, lo que ha ocasionado que sus opositores intenten sacar a la gente a la calle en apoyo de movimientos de reprobación a su desempeño presidencial, como la convocatoria a una marcha nacional para ayer domingo que no tuvo mayor respuesta.
Como respuesta a su compromiso de abatir la delincuencia ayer puso en marcha la guardia nacional destinada a reforzar el quehacer de las corporaciones policiacas, municipales y estatales de todo el país, cuyos resultados están por verse además de las federales, claro.
Por lo que respecta del trato que ha recibido San Luis Potosí a un año de su triunfo electoral puede decirse que el saldo es positivo pues el gobernador Juan Manuel Carreras López ha sabido aprovechar las oportunidades que ha tenido de hacerle planteamientos toda vez que logró arrancarle el compromiso de construir un nuevo aeropuerto en la región huasteca y la conclusión de la nueva vía Valles- Tamazunchale
En torno a la percepción que los potosinos tienen de él no le va mal en virtud de que en algo compensan las becas a estudiantes y adultos mayores que, aparentemente, ya son entregadas regularmente.
En fin, en SLP el presidente tiene un estado que no le genera problemas que en buena medida aportó una generosa porción de los votos que lo llevaron al triunfo hace un año.
CABOS SUELTOS
Algo no bien cimentado debieron detectar los legisladores locales en el armado legal del juicio político que preparaban contra el secretario de seguridad pública Jaime Pineda Arteaga como para decidir desecharlo pues en caso de que se los hubieran echado abajo, habrían hecho el más espantoso de los ridículos lo que no quita que puedan emplazarlo a que mejore su desempeño al frente de la dependencia bajo la advertencia de que si no puede que renuncie…