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Cómo ligar en la oficina sin que parezca acoso

Agencia | 28/06/2019 | 00:53

En estos tiempos cuando las cosas están cambiado (para bien, creemos) gracias a la nueva forma de entablar relaciones humanas sin sexismo ni machismo de por medio, las formas de iniciar un romance se enfrentan a nuevos retos. ¿Cómo intentar ligar sin que sea acoso o parezca acoso? ¿Cómo invitar a salir a alguien sin que se tome a mal? Las oficinas suelen ser epicentro de nuevas relaciones, efímeras o permanentes, el amor no va a desaparecer, pero…¿cómo determinar si es acoso o simple coqueteo sin que te acusen en MeToo?

 

Si te dice que no le gusta que la halagues. ¡Es que no le gusta que la halagues!

 

No insistas: Si ella te gusta y se lo haces saber diciéndole que está guapa, ten cuidado: si notas que no le gustó el halago o ella misma te dice que le parece incómodo, no lo vuelvas a hacer, los halagos no solicitados por supuesto que sí son una forma de acoso. Si le dices sutilmente que te atrae y obtienes una buena respuesta, adelante, el ligue va en marcha.

 

No la acoses visualmente

En las oficinas, es normal que a veces no haya mucho que hacer (que tu jefe no vea que estás leyendo esto, por favor), pero eso no implica que te la pases mirándola fijamente todo el tiempo. Es incómodo para ella y claro que también es una forma de acoso. Una mirada se vale para que note que le gustas, pero no exageres y no la aceches si ella no corresponde o no te devuelve la mirada ni la sonrisa.

 

No le mandes mensajes no solicitados

Si te dio su número de teléfono, recuerda que es porque trabajan en la misma oficina y no necesariamente porque quiera que le estés enviando memes románticos. Debes saber ubicar el contexto y no enviarle mensajes de flirteo espontáneos cuando no ha habido lugar a que se dé este coqueteo y sus pláticas suelen ser laborales (estaría raro que brinques del “pásame el reporte en Excel” a “tienes una sonrisa divina”. Claro, la puedes invitar a salir un día, pero aprende a detectar las señales y si no notas empatía, mejor no insistas ni fuerces las cosas.

 

Si ella te ha dicho claramente que “no”, no hay lugar a interpretaciones. Con diplomacia o sin ella, que te plante un “no”, es para que dejes de hacer eso que le molesta. Incluso si ya hay cierto coqueteo y están juntos en una situación íntima, no debes insistir si su postura no es afirmativa para pasar a otro nivel. Ahora que si el “no” va acompañado de un “no puedo salir este jueves contigo, pero el sábado sí lo tengo libre”, la cosa cambia.

 

No, no se vale ponerle apodos ni diminutivos

Llámala por su nombre. No tienes derecho de llamarla con palabras cariñosas o sexistas, ni en público ni en privado. ¿Quieres ser muy buena onda con ella y que note que te atrae? Habla bien de su trabajo, de su inteligencia y claro, de su personalidad, pero no inventes “cariñitos”.

 

No por que seas su jefe tendría que salir contigo

No se vale que te aproveches de tu posición para que ella se sienta comprometida a salir contigo solo por quedar bien. Si la invitas a salir, detecta si lo hace por que le gusta o si lo está tomando con diplomacia.

 

¿Y si ya tuvieron algo?

Si ya hubo besos o algún acercamiento, no implica que ella deba seguir con la relación. Ella puede cambiar de opinión, se vale, no debes acosarla con insinuaciones ni mucho menos hablar con otros compañeros de lo que sucedió entre ustedes. Si ya hubo algo, trata de llamar su atención nuevamente de modo que ella no se sienta acosada o de plano, habla directamente con ella y pregúntale si hay posibilidades de retomarlo, pero no la hostigues con indirectas.

 

No invadas su espacio físico

Aunque trabajen juntos, hay un límite y una distancia que debes respetar. El hecho de que la topes en el comedor o el elevador y que sean amigos, no implica que debas acercarte de más. ¿Qué parte de que puede ser acoso no has entendido?

 

No la toques

Un pequeño contacto físico se vale. ¿De qué otra manera puedes hacerle ver que te gusta? Si ella también lo hace y de repente suele tener roces físicos contigo ¿por qué no deberías hacerlo tú? Sin embargo, si no notas que ella responda o si no tomó la iniciativa, debes dejar de hacerlo, no te pases.

 

No, no tienes porque pagarle la cuenta

Si constantemente intentas pagar su cuenta de la comida (y ella no quiere) o de plano te adelantas y ya liquidaste sus bebidas en el bar sólo porque la viste en la mesa de junto, estás muy mal, la estás presionando e imponiendo algo no solicitado. Igual le puedes enviar una copa a su mesa, pero no sobrepases los límites entre la amabilidad y el acoso.

 

Y no, tampoco se trata de que el romance se acabe. No confundamos ligue o intento de acercamiento con acoso, porque son dos cosas diferentes. Si de plano ponemos tantas restricciones a la hora de conocernos, ¿cómo podemos relacionarlos los unos con los otros? La clave es no molestar a nadie, saber aceptar un no y entender que todo ha cambiado.