Dr. Jaime Chalita Zarur | 23/06/2019 | 15:18
Revancha, venganza, desquite o, un poco de todo. Pero, ¿será la población quien debe pagar con los retrasos ocasionados por todo ello?
Las desiciones de tipo social y económico, en el contexto Nacional, parece no terminar de dar certidumbre del rumbo y el objetivo a donde nos dirigimos realmente, pues aún persiste la sensación de la equivocación de la toma en las desiciones en un entorno muy volátil internacional que, afecta a todos pero, más a los obreros y trabajadores de las pequeñas y medianas empresas, de las cuales, la inmensa mayoría de todos los mexicanos dependemos.
La diferencia en los indicadores de calificadoras internacionales a la baja en crecimiento y, los datos que el sector público mexicano tienen, deben ser armonizados pero, por el contrario se entra en la discusión pública de cada día de la descalificación que, no le sirve a nadie.
Los reclamos en los recortes del presupuesto se amplían y cada vez, es más acentuado la pérdida de esperanza que hizo ganar al partido político en el poder de la Nación Mexicana. Una cosa es la promesa y, otra su cumplimento.
Igualmente, el uso de descalificativos a las personas o instituciones, para las formas de pesar diferente, llamándolos hasta cretinos, no es, ni debe ser, de un Presidente que, lo es de todos los mexicanos. La costumbre de incurrir en la descalificación, insultando, no debe abonar a la separación de nuestra sociedad.
Es permitido disentir, entrar en un debate de ideas con pasión en la defensa de las propias pero, de ahí tendría que salir soluciones que le sirvan a la sociedad, para que, nuestra Patria valla por el camino del progreso. Los insultos sólo polarizan y, son sinónimos de la falta de argumentos.
Cierto que Mexico había caído en un bache enorme de corrupción y también de impunidad, efecto la primera de la segunda y, que en esta administración, prometiendo acabar con esos males y la violencia que vivimos, es que los mexicanos inéditamente, se volcaron a las urnas para tener un Nuevo México que nos merecemos pero no llega.
No ha sido posible y la esperanza de ver un Mexico lleno de alegría y motivado por cambiar, se va perdiendo. La resistencia a los cambios sigue siendo regla.
El aislamiento de nuestras autoridades, sin la apertura a un mundo que cada día se torna más competido, se torna en demanda de relaciones comerciales exitosas, convenios transnacionales que le sirvan a Mexico y sus habitantes. Aquí es en donde podría estar el éxito del crecimiento anual del 4 % del PIB.
Sabemos y entendemos como lo perverso del uso del dinero público en el pasado y, ahora en el presente está por verse, nos lastimó a la inmensa mayoría de los mexicanos, aún mas, a costa de pérdidas de vidas inocentes en cuanto crimen se pueda imaginar y sigue siendo la misma historia pero, la creencia que todo lo pasado estuvo mal, es un error.
Mexico lo ha construido la sociedad trabajadora de nuestro País, la inmensa mayoría es gente que trabaja y, se esfuerza. No todo lo que está fuera del primer círculo de poder es corrupto. Certeramente será al contrario.
Instituciones de la que se duda porque crecieron en el pasado sexenio; Emprendedores que se quedaron con sus proyecto y ya, sin la ayuda del dinero público. Por el contrario debería de ser, estoy seguro que los mexicanos no buscan la ayuda de limosnas electoreras y, si, de trabajo, capacitación para desde luego, hacerse dueños de su destino y no estar a expensas de dádivas electoreras.
Los mexicanos deberíamos estar primero. Sueldos buenos, hogares dignos, educación moderna y competitiva, salud al alcance de todo, en un entorno de paz y progreso. Pareciera que primero lo están quienes emigran de sus países, gobernados por sistemas “democráticos” que ellos eligieron y, ahora no quieren.
No se ve por donde se puede avanzar con tantos enconos, aún cuando cada mañana se dice y predica que el Presidente de todos los mexicanos, liberales y conservadores, polariza en descalificativos y señalamientos de clases sociedad, siempre odiosas. Dejar que el abuso nos polarice, no es el camino del éxito.
@jaimechalita