Las imágenes de un oso polar fuera de su hábitat, en busca de comida en Siberia dieron la vuelta al mundo.
Ambientalistas aseguran que los animales salvajes, afectados por la disminución de su zona de caza debido al calentamiento global, se aventuran hacia el sur en busca de alimento, por lo que las incursiones de osos polares son cada vez más frecuentes en el norte de Rusia, a medida que su alimentación se deteriora por el deshielo del ártico.
Hasta el momento se desplaza en los alrededores de una fábrica, en la ciudad industrial de Norilsk, bajo el control de la policía y de los servicios de urgencia, que garantizan su seguridad y la de los habitantes
En Rusia los osos polares están reconocidos como una especie en peligro de extinción y está prohibida su caza, sin embargo, se deben tomar precauciones, ya que en febrero, los habitantes del archipiélago ártico de Nueva Zembla vivieron una invasión de decenas de osos polares agresivos que buscaban comida.
Anatoly Nikolaichuk, jefe del departamento local de caza, indicó que la última vez que se había visto a un oso polar en la zona de Norilsk fue hace más de 40 años.
Este miércoles está prevista la llegada a esta ciudad rusa, situada más allá del círculo polar ártico, de un equipo de especialistas para inspeccionar al animal y decidir sobre su futuro.
Funcionarios de emergencia de Norilsk advirtieron en un comunicado a la población sobre la presencia del oso en un distrito de la ciudad.
