Agencia | 16/06/2019 | 02:29
Hay personas que sienten que todo les pasa, que la mala suerte ha caído sobre ellos y que su vida es un tropiezo tras otro. Parece que nacieron “mal aspectados” y lo peor es que su sensación es de que no hay nada que puedan hacer al respecto. Caen en un estado de resignación. Es muy difícil convivir con alguien así y se sufre mucho siéndolo. ¿Cómo es tener una mentalidad de víctima, de dónde viene y qué podemos hacer al respecto?
¿Qué es la mentalidad de víctima?
Es un estilo de pensamiento aprendido, que hacen propio algunas personas y que las hace sentirse víctima de la maldad, acciones negativas de otros, de la vida o de las circunstancias sociales.
¿De dónde viene?
Es aprendido bajo la forma de una creencia que muy probablemente fue inculcada o introyectada en la infancia:
El mundo es malo, el mundo es injusto, tú eres una víctima y nada puedes hacer para cambiar eso.
Es una creencia porque proviene de una generalización (a lo mejor a alguien le fue mal en algo durante algún tiempo) y se carece de evidencia que la sustente en el presente (aunque pueda haber alguna que la soporte, generalmente hay contraejemplos de cosas que no están mal y estos se omiten).
El estilo familiar era de negatividad, pesimismo, paranoia y constantes quejas.
La familia era víctima de la desigualdad, de la injusticia y era siempre otro (generalmente el gobierno o los “ricos”), los culpables de ese estado. Siempre se involucraban en quejas, protestas y exigencias porque tenían el derecho a ser tratados diferente por todo lo que han sufrido.
En la variante estoica, se sufría pero en resignación y silencio.
Se ve lo negativo y las calamidades como un destino inevitable. Como una especie de estigma que hay que soportar porque “así nos tocó”.
¿Qué señales nos dejan ver que alguien, o uno mismo, puede tenerla?
Los pensamientos o afirmaciones principales que podemos encontrar en una persona con este tipo de mentalidad son:
Cuando les ofreces ayuda quizá se vuelvan “estoicos” y piensen o digan.