Armando Limón Hernández | 02/06/2019 | 13:26
LA TROMBA OCURRIDA LA TARDE del jueves en el municipio de Matehuala, que tomó por sorpresa a sus habitantes, demostró lo vulnerable que somos ante la presencia de un fenómeno meteorológico, que no sabe de clases sociales, creencias o ideologías, sin embargo este tipo de tragedias nos debe hacer reflexionar sobre las medidas de prevención que debemos tomar, no tan sólo como ciudadanos, sino como parte de una sociedad que por años ha descuidado nuestro medio ambiente, generando una serie de adversidades a consecuencia del calentamiento global.
LA PRONTA RESPUESTA DE nuestras autoridades también pone de manifiesto la necesidad de que nuestros gobernantes estén preparados para atender una contingencia de esa magnitud, pues contrario a lo que digan algunos detractores del gobierno del Estado, fue clara la respuesta del mandatario Juan Manuel Carreras, quien instruyó a sus funcionarios a hacer presencia para colaborar en las labores de ayuda que en ese momento requerían los habitantes de Matehuala.
ES CLARO QUE SÓLO CON voluntad y coordinación se podrá hacer frente y apoyar a cientos de familias que por décadas construyeron un patrimonio y lo vieron perdido en unos minutos a consecuencia de la lluvia torrencial que, al menos en los últimos 50 años, no se registraba en este municipio del Altiplano potosino.
LA COORDINACIÓN QUE ESTÁ encabezando el secretario general de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, en compañía del secretario de Seguridad, Jaime Pineda, así como el coordinador de Protección Civil, Ignacio Benavente, ha sido muy importante pues desgraciadamente después de la tragedia, hay quienes aseguran que hubo actos de rapiña por parte de gente sin escrúpulos que trata de aprovecharse de la desgracia ajena, y no se diga de algunos políticos que han pretendido sacar tajada, cuando es claro que "la desgracia no tiene colores y mucho menos ideologías partidistas".
ESTE ACONTECIMIENTO NOS DEBE dejar algo positivo, en el sentido de conocer, y sobre todo mejorar, las medidas de prevención y actuación ante un fenómeno de esta naturaleza. Además de que no es la primera ocasión que sucede una situación donde la población haya tenido que pasar una condición de riesgo. Esto nos obliga a que las autoridades exijan con puntualidad a las presidencias municipales que se cuente de manera obligatoria con su “Atlas de Riesgo”, pues con ese documento las autoridades conocerán con puntualidad las acciones que se deben implementar para enfrentar una contingenci,a y sobre todo, identificar las zonas de riesgo para preservar la integridad y el patrimonio de los ciudadanos.
NO PODEMOS DEJAR PASAR LA falta de tacto de algunos políticos que han tratado de sacar raja política de esta desgracia ocurrida en Matehuala, pues a una horas de que se registrara la tromba, algunos buscaron informar a la opinión pública su preocupación e incluso su interés por generar apoyos para los damnificados, sin que al momento se conozca realmente lo que han hecho por apoyar a las familias afectadas y eso sí, sólo fue un discurso mediático con la intención de ganar adeptos para su ego o aspiraciones políticas a futuro.
POR LO PRONTO, DEBEMOS DE estar preparados y aprender de los errores, pues es claro que ningún municipio de San Luis Potosí está exento de sufrir los embates de la naturaleza y mucho menos en la capital, donde existe un desarrollo inmobiliario sin control, que lejos de mejorar el crecimiento económico, nos puede traer serias consecuencias que pongan en riesgo la integridad y la vida de las personas, sobre todo cuando se planea sin responsabilidad.
TAMBIÉN ES NECESARIO HACER un reconocimiento al Ejército Mexicano, que colaboró con las acciones de apoyo al momento de presentarse esta tragedia en el municipio de Matehuala, donde afortunadamente no hubo pérdida de vidas humanas. Es necesario entender que las tragedias no deben tener tintes partidistas y así lo demostró el propio gobernador Carreras al establecer una estrecha coordinación y apoyo al presidente municipal de Matehuala, Alejandro Segovia, con quien ha tenido una serie de diferencias pero que sin embargo, dejando de lado toda rencilla política o personal, se pusieron a trabajar por el bien de los habitantes de esta demarcación.
AHORA, SÓLO QUEDA ESPERAR A que se haga una evaluación en torno a los daños provocados por esta tromba, para saber la forma en que se apoyará a la población afectada, porque a decir verdad, el daño en 300 vehículos, 80 comercios, escuelas e instituciones, no es poca cosa y se tendrá que apostar a la voluntad de todas las autoridades, incluyendo al propio gobierno federal.