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Todo sobre el embarazo anembrionario o sin feto

Agencia | 27/05/2019 | 00:18

Es un tipo común de aborto al que se le denomina embarazo anembrionario o saco gestacional vacío. Ocurre cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero pero el embrión no crece o deja de hacerlo en una etapa muy temprana.

 

¿Qué sabes del embarazo anembrionario?

Se generan las estructuras necesarias para formar la placenta, pero no al bebé. En este caso, es muy probable que la prueba de embarazo sea positiva si la placenta comienza a desarrollarse y a secretar gonadotropina coriónica humana (hCG), la hormona que arroja el resultado.

 

También es común que se presenten otros síntomas típicos de un embarazo normal como agotamiento, náuseas, mareo, vómito y dolor en los pechos. Lo que puede hacer pensar a la mujer que su embarazo va en marcha. Pero al ser un embarazo anembrionario y no formarse el embrión, los niveles hormonales y los síntomas descienden y entonces ocurre el sangrado vaginal, dando inicio al aborto, que suele empezar con machas de color café rojizo y cólicos similares a los de la menstruación.

 

En caso de que el aborto espontáneo no ocurra de forma natural, este puede ser diagnosticado por el médico cuando alrededor de la séptima semana no se detecte el latido cardíaco del embrión y se corrobore la ausencia del mismo a través de una ecografía vaginal. Según el historial y caso de cada paciente, sugerirá medicación para acelerar el proceso o un legrado para extraer el tejido y disminuir el riesgo de un sangrado o una infección grave.

 

Diagnóstico del embarazo anembrionario

Para comprobarlo se sugiere:

  • Hacer una ecografía a partir de las 7 semanas de gestación
  • Repetir el ultrasonido una semana después para descartar un error en la fecha de la última menstruación y, por lo tanto, en el número de semanas
  • Volver a tomar una muestra de sangre a las 48 horas para comprobar que los niveles de hCG no se estén elevando

¿Por qué ocurre?

Por una división anormal de células o baja calidad del óvulo o el espermatozoide, lo cual genera un error de codificación, que ocasiona que haya información genética incorrecta o incompleta y esto impide que las células que deberían de formar al embrión respondan correctamente y sólo generen un huevo vacío y la cubierta o saco que forma la placenta.

 

La naturaleza es tan sabía que reconoce esa anormalidad y, en la mayoría de los casos, inicia espontáneamente un mecanismo de expulsión. Si viviste o estás pasando por una situación similar, confía en tu cuerpo y en que éste actúo así porque era lo mejor para ti y tu bebé.

1  de cada 10 mujeres que se embarazan de manera espontánea tiene la posibilidad de presentar un embarazo anembriónico.

 

¿Se puede prevenir?

Aún no se puede prevenir el embarazo anembrionario. Sin embargo, los últimos estudios relacionan esta condición con una deficiencia de ácido fólico y vitaminas B y K. A mayor edad también aumentan las probabilidades de presentarla, sobre todo después de los 40 años. Lo mejor es planear tu embarazo para que tu doctor se asegure que estés en las mejores condiciones y el riesgo sea mucho menor.

 

¿Cuánto tiempo hay que esperar para volver a concebir?

La Organización Mundial de la Salud considera que el tiempo ideal para intentarlo es 6 meses. Hay estudios y médicos que aprueban un lapso menor, de 1 a 3 ciclos menstruales regulares. Como siempre y en cualquier situación o tratamiento, te recomendamos respetar las indicaciones de tu médico.

 

Un especialista es el único capacitado para revisarte y prepararte antes de volver a intentarlo. Aunque creas que esta experiencia no te afectó, date el tiempo de aceptar y procesar lo ocurrido. Si por el contrario, reconoces que fue una gran pérdida, no trates de compensarla con un embarazo inmediato. Primero, busca ayuda profesional para recuperarte también a nivel emocional y mental. La mereces y necesitas para poder disfrutar tu próximo embarazo al 100.