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¿Eres codependiente? Sigue estos pasos y averiguálo

Agencia | 14/05/2019 | 00:35

En la web podrás encontrar distintas -y complicadas- definiciones de codependencia, pero gracias a que estoy leyendo ‘I’m fine… and other lies’ de Whitney Cummings, puedo compartir hoy de manera sencilla en qué consiste el término. Si bien es solo un tema de varios que la comediante plasmó en su libro, cuando te sientes totalmente identificada vale la pena escribir de ello porque, así como yo, tal vez nunca te consideraste codependiente. Aunque se lea rudo, se trata de una persona con baja autoestima, que se concentra en atender o satisfacer las necesidades de los demás (siempre poniéndose al final), complaciendo a todo mundo o moviendo cielo, mar y tierra para agradar a los demás.

 

Puede que en la etapa de la adolescencia sea mucho más fácil ceder ante la codependencia, pero eso no significa que cuando eres adulta no se presente. ¿Cuántas veces no has hecho algo para caerle bien a alguien? Ojo, no confundas los detalles que tienes con tus seres queridos. ¿Te quedas callada o apoyas a la mayoría de la oficina con tal de no verte “mal”? ¿Has sido infiel a tu personalidad o gustos (por ejemplo, haciéndote pasar por vegana cuando amas las hamburguesas) por el simple hecho de salir con un hombre que no come carne? Por último, si luchas como toda una gladiadora por la aceptación o valoración de terceros, la triste noticia -y el veredicto- es que formas parte de este muy triste club.

 

Según la misma Cummings, esta condición además te convierte en víctima; alimenta tu frustración y hasta resentimiento, lo cual dominamos que se manifiesta con la frase coloquial “le voy a pasar la factura” al cuestionarte: “¿Pero cómo es posible después de todo lo que he hecho por él?” “¡Cómo no valoró mis sacrificios!”. Cierto, puede que sea un malagradecido, pero la realidad es que seguramente no pidió para nada -una poca, mediana o mucha- ayuda de tu parte. Incluso, cuando se da en el ámbito romántico, es común que la parte codependiente compense todo el porcentaje que la otra no puede o quiere dar, y para rematar, no comparta su descontento ni confronte lo que le moleste o incomode en la relación. Jodido, ¿verdad?

 

Para solucionar la codependencia por supuesto que recurrir a una terapia (porque todo tiene un origen o detonador) es lo más recomendable, pero lo que está en tus manos/boca desde ya es empezar aprender a decir “no”, un monosílabo muy difícil, pero créelo, uno bastante liberador. Cuando éramos pequeñas se nos negó la posibilidad de elegir; teníamos que cumplir con ciertas obligaciones o compromisos (como visitar a la tía Pepa o ir a misa todos los domingos). Ahora eres capaz de hacerlo, y sin culpas. Como Cummings ya es mi pastora, le creo totalmente porque lo he comprobado. A partir del momento en el que te decides, firme, convencida: “NO”, ¡las cosas dejan de pesar! Y en serio, no te has convertido en un horrible ser humano, estás viendo por tu bienestar.

 

Si tienes la oportunidad de leer ‘I’m fine… and other lies’, no te arrepentirás. Aprenderás mucho para salir adelante, cambiar ciertos aspectos o presiones y lo mejor es que te reirás (varias veces a carcajadas) de los vergonzosos tropiezos y errores de la autora… que te llevarán inevitablemente a recordar los tuyos.