El primer día del repliegue de las fuerzas rebeldes yemeníes de tres puertos estratégicos del Mar Rojo se llevó a cabo tal y como se había pactado, según dijo este domingo la ONU.
Los hutíes comenzaron el sábado a retirarse de los puertos de Salif, Ras Issa y Al Hudeida, un movimiento negociado en el marco de los acuerdos alcanzados el pasado diciembre en Estocolmo y considerado clave para mantener el alto el fuego en esa zona y avanzar hacia un posible fin negociado de la guerra.
"Los tres puertos fueron supervisados simultáneamente por equipos de Naciones Unidas mientras las fuerzas militares los dejaron y la Guardia Costera asumió la responsabilidad de la seguridad", explicó el general Michael Lollesgaard, el jefe de la misión de la ONU desplegada en el área.
Según Lollesgaard, el primer día de repliegue de las tropas hutíes "se desarrolló de acuerdo con los planes establecidos" y durante los próximos días tocará centrarse en acciones como el desminado.
"La verificación formal por parte de Naciones Unidas de la primera reubicación tendrá lugar en los tres puertos el martes 14 de mayor", añadió el militar danés en un comunicado distribuido por la ONU.
Lollesgaard recordó que la retirada es una primera parte de la aplicación de los acuerdos negociados el pasado diciembre entre el Gobierno yemení y los rebeldes y aseguró que las autoridades se han comprometido a cumplir con su parte cuando se lo requiera la ONU.
Según explicó, ahora mismo se están llevando a cabo consultas con las partes sobre los próximos pasos.
Este sábado, sin embargo, el Gobierno yemení había expresado su rechazo al repliegue, al considerar que fue llevado a cabo de forma unilateral y sin la participación de los representantes del Ejecutivo en el equipo conjunto que supervisa la aplicación del acuerdo de Al Hudeida, integrado por las dos partes firmantes y la ONU.
El jefe de la delegación gubernamental en el equipo conjunto, el general Sagheer Hamoud bin Aziz, dijo a través de Twitter que "cualquier repliegue unilateral sin la verificación y supervisión conjuntos es un engaño respecto a la implementación del acuerdo de Estocolmo", tal y como se conoce el pacto alcanzado en diciembre en Suecia.
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