En 2018 se abrieron 14 mil cuentas de inversión en México

Durante 2018 sólo se abrieron en el país 14 mil 367 cuentas de inversión en las casas de bolsa, lo que representó un crecimiento de 5.6 por ciento respecto al año previo, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Las estadísticas del órgano regulador muestran que al cierre del año pasado se reportaron 269 mil 844 cuentas de inversión en el mercado bursátil, lo que representa que menos de 0.1 por ciento de la población mexicana participa en este mercado, contra 60 por ciento de personas en Estados Unidos.

Uno de los motivos por los que la gente no participa en el mercado de valores es la falta de conocimiento sobre él, además de que lo ven como un juego de azar, sobre todo porque las crisis económicas pasadas dejaron a muchas personas malas experiencias de sus inversiones en la Bolsa.

De acuerdo con información del blog Hablemos de Bolsa, de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), al invertir hay que evitar errores como comenzar sin educación financiera y no controlar las emociones. También es necesario conocer el perfil de riesgo del inversionista, porque esto también influye de manera importante en la toma de decisiones.

Las inversiones en Bolsa requieren de educación financiera, que no significa sólo aprender a ahorrar, qué es una tarjeta de crédito o cómo evitar los gastos hormiga, sino aprender cómo funciona la Bolsa de Valores, cuáles y cómo funcionan sus diferentes instrumentos y el lenguaje que se utiliza, entre otros, aun cuando se tenga un asesor financiero que apoye.

El participar en el mercado sin conocimiento, puede llevar al inversionista a tomar decisiones equivocadas como poner dinero en una empresa que sea popular, pero que no necesariamente sea la que dará las mejores ganancias o que tenga las mejores cifras.

Algo importante a considerar es el perfil de riesgo del inversionista, si es arriesgado o cauteloso. Un experto puede ayudar a determinar dicho perfil, que se refiere a saber qué tan dispuesto está a lidiar con los movimientos del mercado, es decir ganancias y caídas de la Bolsa.

A manera de ejemplo, una persona decide invertir en acciones y un día la Bolsa cae 2.0 por ciento; si esa persona quiere salir corriendo a retirar su dinero porque ya perdió valor, entonces no es un inversionista de riesgo y deberá participar en instrumentos más seguros y sin alta volatilidad como los valores del gobierno.

Por el contrario, si esa persona observa la baja del mercado y lo toma como un movimiento normal de la Bolsa y hasta considera aprovechar el descenso de los índices para poner más dinero en su inversión en acciones, entonces se trata de un inversionista de riesgo, y participar en la Bolsa es una buena alternativa.

El mercado “es para mentes frías, si no controlas tus emociones hay mayor probabilidad de perder tu dinero, pero hay una emoción muy importante que debemos controlar: la ambición; no es malo ser ambicioso, sin embargo debemos saber hasta dónde”, subraya el blog Hablemos de Bolsa.